No hay una fecha exacta de los comienzos de la masonería en Mérida. Según Víctor Fernández Fernández en su libro "La masonería en Extremadura", en el capítulo dedicado a las logias emeritenses, la fecha de su comienzo data de 1883 con las logias Emérita Augusta y Libertad. La logia Emérita Augusta es el taller de más larga duración.

El mayor representante y quien más trabajó por su continuidad fue Eugenio Macías Rodríguez, que ostenta los mas altos cargos de la masonería. Respetado, querido y admirado nació en Calamonte en 1852 y muere en 1936. Fue Presidente del Comité Republicano en 1901, administrador del semanario La República, primer presidente de la sociedad recreativa Liceo de Mérida, empresario ejemplar, se movió en los círculos culturales y sociales hasta el punto de ser uno de los creadores de la Cruz Roja en esta ciudad y ayudó de forma desinteresada a los repatriados de Cuba y Filipinas a su llegada a Mérida. En 1898 adoptó como hija, tras la muerte de sus padres en Málaga, a la niña de tres años Avelina Tarín, esposa del procurador Luis Matute, desde donde se formaría una saga emeritense cuya descendencia se ha multiplicado tanto que ya forman parte de la historia de esta ciudad.

EL FERROCARRIL La llegada del ferrocarril y la industrialización del entorno de la estación facilitaron la masonería en Mérida, porque empleados ferroviarios y empresarios de la industria corchotaponera la fomentaron.

Estos cimientos llegaron hasta la II República, y la entrada del ejército de Franco en la ciudad y su persecución forman la historia de la masonería en Mérida. A los pocos que quedaban en 1936 se les persiguió como sospechosos. A más de uno se le aplicó el bando de guerra y los fusilaron sin mas delito que pertenecer a la masonería. Algunos supieron rectificar a tiempo de ser encarcelados y otros ni suplicando perdón salvaron sus vidas por unos ideales distintos.

El bisnieto de Eugenio Macías Rodríguez, Luis Matute García, y el nieto de Miguel Marín, Miguel Valdés Marín, nos han facilitado este documento "secreto" del Ministerio de Orden Público de la Jefatura del Servicio Nacional en la sección 4º (antimarxismo) en el número 47893, negociado 1º con número de registro 11 en 1939 III año Triunfal. Este documento se encuentra en Salamanca y tiene aspectos curiosísimos que ya conocían los historiadores y escritores de este tema como Ignacio Chato Gonzalo, Francisco López Casimiro, Pedro Víctor Fernández Fernández y quien nos ha facilitado libros y documentos, Antonio Mateos Martín de Rodrigo.

Hemos leído también otros documentos como el del sacerdote catalán Joan Tusquets, que fue el "ideólogo" del Archivo de Salamanca, que es donde se encuentran los documentos que nos han facilitado el bisnieto y el nieto de estos dos personajes, que son muy distintos uno del otro, hasta el punto de que Eugenio Macias era anticlerical convencido y Miguel Marín no faltaba los domingos y fiestas de guardar a misa. Muy distintos, pero que vamos a ir conociendo su entorno y como se desarrolló la masonería en Mérida y sus peculiares circunstancias.