Eulalia... Guapa, guapa y guapa! La ciudad de Mérida se rinde un año más ante su Patrona y alcaldesa perpetua, la Mártir Santa Eulalia, que brilló en la víspera de su día grande entre repiques de campanas, ofrendas florales, vivas y piropos de los más de 5.000 emeritenses, según Protección Civil, que la acompañaron en la salida de su basílica y el recorrido hasta la Concatedral de Santa María. La Mártir vistió al final el traje blanco y no el rojo recién restaurado como estaba previsto, ya que era el que tocaba por tradición.

Como cada año, la jornada arrancó,a las 10 de la mañana con la salida de los autobuses de peregrinos a la Ermita de Perales. Ni el frío ni la niebla impidieron que cerca de 2.500 personas recorrieran a pie los más de 20 kilómetros de distancia que separan la ermita de la Basílica de Santa Eulalia. Ataviados con abrigos, gorros, bufandas y sus bastones de peregrinos con el lazo rojo, la hoja de palma y la estampa de la Mártir, llegaron a la ciudad sobre las siete de la tarde. Se dirigieron al Hornito, y allí dejaron velas y flores para más tarde participar en la misa y la procesión. Según los técnicos de Protección Civil, el camino, con sus 13 paradas para recordar los martirios a los que fue sometida la Niña Eulalia se realizó sin incidentes de relevancia. Destacaron especialmente la participación de gente joven, "más que otros años", y de los niños que acompañaban a sus padres.

PREPARATIVOS Mientras los peregrinos tomaban camino a Mérida, las camareras de la Mártir se disponían a vestir y adornar a la Santa, que como el año pasado, salió con las andas cubiertas de claveles --en este caso, blancos--, una flor más económica y apropiada para los tiempos de crisis. Según pudo saber este diario, las mujeres y otros miembros de la Asociación Mártir Santa Eulalia llevaron a la Patrona a la casa situada frente a la Basílica sobre las nueve de la mañana, donde permaneció hasta el mediodía. "Son muchas horas de preparación porque son muchos detalles: el traje, las flores...", apuntan.

La Santa finalmente procesionó con su traje blanco y no con el rojo, recientemente restaurado por el bordador sevillano Francisco Carrera, porque así lo manda la tradición. En un principio, los miembros de la asociación pensaron que luciera el traje rojo, "el más antiguo y el mejor que tiene", pero finalmente se decantaron por el blanco. "El año pasado fue de rojo y este tocaba blanco", afirman desde la asociación, que señalan que habrá que esperar al año que viene para ver a la Mártir vestida con el modelo restaurado. No obstante, este permanece expuesto en la casa de la Santa, frente a la basílica.

Pasadas las ocho y media, el repique de campanas anunció que Santa Eulalia, sujeta por 64 cofrades, iniciaba el recorrido, que transcurrió por la Avenida Extremadura, Santa Lucía, Rambla, Travesía de la Rambla, Pontezuelas, Mariano José de Larra, Paseo Alvarez de Buruaga, José Ramón Mélida, Romero Leal, Plaza del Rastro y Plaza de España.

La jornada terminó con la colección de fuegos artificiales entre los Puentes Romano y Lusitania --que precisamente hoy, cumple 20 años al servicio de vehículos y peatones en Mérida--, lo que obligó a cortar el tráfico. Para hoy, está prevista la tradicional ofrenda floral de los vecinos y la procesión de regreso a la basílica, por lo que el ayuntamiento pide a los conductores que no estaciones sus vehículos en las calles por donde discurrirán estos actos. De igual forma, en una nota señalan que los veladores de las terrazas deben estar recogidos para que la procesión pueda transitar sin inconvenientes.