A diferencia del puesto de Cruz Roja de la Charca, la ermita de San Isidro sí se ha estrenado. Cada 15 de mayo, los agricultores y ganaderos celebraban a su patrón en este edificio, que se encuentra a orillas del lago de Proserpina. Ahora esta cofradía festeja a san Isidro en la finca Royanejos, propiedad del ayuntamiento emeritense.

La Junta se hizo cargo del antiguo sindicato vertical y de la cofradía de San Isidro, que antes se llamaba Hermandad de Agricultores y Ganaderos, cuya sede estaba ubicada en la calle San Salvador. El edificio ha pasado a ser de la Junta, que lo está remodelando.

También es de la Junta la ermita. Aunque más que otra cosa lo que hizo fue cerrarla a la espera de acontecimientos. Y los acontecimientos no llegaron y sigue cerrada. Los trámites son muy sencillos, pero parece que nadie de la ciudad quiere que revierta al municipio y éste se lo ceda a la actual cofradía de San Isidro, que, para aclarar su efectividad y que todo quede diáfano, más o menos, dicen que se hacen cargo de ella siempre y cuando se la preparen tal y como la recogió la Junta de Extremadura, y más concretamente la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente.

Ver como está la ermita nos da una idea del abandono que hay en esta ciudad por parte de las instituciones a la hora de gestionar.

No se entiende, todo sigue como hace muchos años. Un lugar como el lago de Proserpina, que es una maravilla y que lo disfrutan miles de emeritenses. Muchos viven allí de forma permanente. Lo lógico es que ambas edificaciones estén preparadas para lo que fueron creadas.