La Sociedad de Ciencias Aranzadi ha emitido dos informes sobre los restos humanos aparecidos junto a la tapia sur del cementerio, que concluyen que no se puede precisar la extensión de la fosa común encontrada y que los fragmentos de huesos humanos están relacionados con labores de limpieza del cementerio.

Los dos documentos fueron dados a conocer ayer por el concejal de Cementerio, Alfredo de la Rubia. Uno informaba de los resultados del examen realizado en la zona donde se supone que hay una fosa común con personas ejecutadas durante la guerra civil. El segundo presenta los análisis de los restos humanos hallados en el exterior del camposanto.

Los informes contradicen las declaraciones de los representantes de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que asegura que, a raíz de los datos que se aportaban, la fosa de Mérida era la más grande de la región.

Por su parte, Alfredo de la Rubia, pidió sensatez a esta asociación, ya que los estudios de la zona aún no han terminado, "y no se sabe la procedencia del material óseo, porque puede ser un osario, no se conocen las dimensiones de la fosa y no se han encontrado restos humanos completos", subrayó.

EL HALLAZGO La fosa común apareció en el mes de junio, durante los trabajos para vallar el futuro jardín botánico. El pasado 9 y 10 de octubre, a solicitud del equipo de gobierno y a propuesta de la ARMH, el arqueólogo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Jimi Jiménez, examinó la zona. Mientras que Luis Avial, responsable de la empresa Condor Georadar, escaneó una superficie de unos 6.000 metros cuadrados.

En el informe sobre la zona exterior del cementerio, también se señala que en el borde de la fosa y en la tierra circundante no hay alteraciones por efectos del calor o el fuego, "por lo que los restos ya quemados debieron ser trasladados a este lugar una vez incinerados".