La fábrica Extremeña de Grasas denunció ayer que los malos olores sufridos durante el pasado fin de semana en Mérida provienen del estiércol usado por el ayuntamiento para el abono de las dos rotondas ubicadas en el puente de Lusitania y en el parque junto al río.

La planta ha estado cerrada y sin procesar subproductos cárnicos todo el fin de semana, según informó ayer la empresa en una nota de prensa.

Extremeña de Grasas señala que el Ayuntamiento de Mérida está usando un estiércol con un olor "nauseabundo" para el cuidado de las dos rotondas a ambos lados del puente de Lusitania, así como en el parque del río Guadiana.

Por ello, ha mostrado su "estupor" por cómo el mismo ayuntamiento la acusa de los malos olores "cuando es la Administración local la que está abonando estas zonas verdes de la ciudad con un estiércol que está provocando episodios de malos olores en la capital extremeña".

A su juicio, no tiene sentido pensar que Extremeña de Grasas es la culpable de este último episodio de malos olores en la ciudad y, en este sentido, aseguró que el propio consistorio se interesó por este aspecto a mediodía del pasado viernes, cuando la fábrica llevaba varias horas sin producir.