El Consorcio Patronato del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, la Fundación Caja Badajoz e Ibercaja han firmado un convenio de colaboración que permite un año más hacer plenamente accesibles, para las personas con diversidad funcional, las funciones del festival.

La consejera de Cultura, Leire Iglesias, como presidenta del Consejo Rector del Consorcio; el representante de la Fundación Caja Badajoz, Emilio Jiménez, y el director territorial de Ibercaja, Fernando Planelles, han formalizado esta mañana el convenio, ha explicado la organización.

El convenio financia las acciones de accesibilidad del festival por un importe de 12.870 euros, ha apuntado.

La empresa emeritense Audiosigno, integrada en la Federación Extremeña de Discapacitados Auditivos (Fedapas), es la encargada de las medidas de accesibilidad, que funcionan desde el inicio del festival, el pasado 29 de junio.

De este modo, las personas con problemas de audición tienen a su disposición un sistema de inducción o bucle magnético, disponible en todas las funciones del festival, tanto en Mérida como en Medellín, Cáparra y Regina, y subtitulado directo en todas las funciones ocho de las funciones de domingo.

En el Teatro Romano de Mérida se ha reservado, para el bucle magnético, el palco 3 y el sector de grada inferior hasta la escalera, y en los teatros de Cáparra y Regina también se habilitará un espacio, que se identificará correctamente para los usuarios.

Como novedad, este año también han sido accesibles para las personas con dificultades auditivas las conferencias programadas en el VII Encuentro con los Clásicos.

Asimismo, las personas con discapacidad visual disponen de un servicio de audiodescripción, que se realiza también en las mismas funciones de domingo.

Las personas que requieren cualquiera de estos servicios deben indicarlo en la taquilla del Festival, ha recordado.

Por último, ha afirmado que, con las implantaciones de estos sistemas, que se añaden a los ya existentes para personas con movilidad reducida, el Festival de Mérida busca la "accesibilidad universal, para que cualquier persona, independientemente de sus capacidades, pueda disfrutar de las obras clásicas".