La reanudación de los trabajos en el viaducto sobre el río Guadiana de la A-5 sigue sin visos de ser una realidad, al menos, a corto plazo. Según informaron a este diario fuentes del Ministerio de Fomento, en julio del pasado año, la constructora Hocensa, que resultó adjudicataria de estas actuaciones por 1,6 millones de euros, había solicitado la rescisión del contrato «por las razones que ha considerado oportunas».

Estas mismas fuentes indican que en la actualidad, todavía se está en la fase de resolución del contrato, un trámite administrativo que depende del órgano de contratación, que en este caso es la Sociedad Estatal de Infraestructuras de Transporte Terrestre (Seittsa), dependiente del Ministerio de Fomento. Una vez resuelto el acuerdo contractual, se tendría que redactar el proyecto de terminación de la obra.

La idea del departamento ministerial, hace ya más de año, era volver a sacar a licitación «lo antes posible» un nuevo contrato de obras para acometer las actuaciones pendientes en la calzada derecha del viaducto. No obstante, los plazos se están demorando. Cabe recordar que estas intervenciones tuvieron que paralizarse en el año 2017 para incluir medidas que garantizasen la protección de una colonia de vencejos reales. Los trabajos de la primera fase, en el tablero izquierdo del puente, consistieron en la adecuación de los sistemas de contención en el viaducto mediante la demolición de los antiguos pretiles y sustitución por otros nuevos adaptados a la normativa.