¿Te gusta hablar en inglés? Con esta sencilla pregunta, el Jazz Bar retoma sus cada vez más clásicas citas para practicar este idioma, que lleva organizando, en colaboración con algunos habituales del bar, desde hace cuatro años. "La idea surgió porque en Extremadura, donde las ciudades son pequeñas, a los que nos gusta aprender idiomas y conocer gente de otros países, tenemos academias y clases, pero no tantas oportunidades de comunicarnos con personas en la vida real", explica Juanjo Balas, músico y gestor cultural que colabora habitualmente con el Jazz, y uno de los promotores de la iniciativa.

En anteriores ocasiones, proponían hacer intercambio en inglés y español, que atraía a estudiantes Erasmsus y auxiliares de conversación angloparlantes. Ahora la idea es simplemente quedar para hablar en inglés, compartiendo una bebida, sin importar de dónde se proceda. El martes pasado, pese a la lluvia, una decena de personas se reunieron para participar en la iniciativa, varios de ellos por primera vez, como José Piñeriro, un auditor de 56 años que comparte clase de inglés con Carmen Lozano, psicóloga que ahora trabaja como camarera los fines de semana en el Jazz y que por primera vez se acercó. "Me lo habían comentado los compañeros, creo que está muy bien; nos daba palo por quizá tener poco nivel, pero hay que perder el miedo".

También Ransley Rafael Texeira y Lorena Durán, dos jóvenes procedentes de Brasil y Colombia que estudian un módulo de comercio internacional en Mérida, se estrenaban. "Creo que es una idea estupenda para practicar inglés y conocer gente, voy a intentar invitar a algún amigo", comentaba Texeira, uno de los más sueltos en el idioma. "La idea es que funcione todo el año como punto de encuentro para hablar en inglés, y apoyamos la iniciativa con algún descuento", comenta Antonio Ventura, dueño del Jazz. "Estamos abiertos a venir más días y buscar más ideas, como cenas en inglés, películas... Solo hacen falta ganas", anima Balas. Hoy hay una nueva oportunidad.