TVta a hacer pronto dos años que la Junta Local de Gobierno de nuestro ayuntamiento estudió en una sesión ordinaria los informes jurídicos y urbanísticos para construir un gran centro logístico junto a la autovía A-66, y en principio contó con el visto bueno necesario de todos los partidos para seguir adelante con el proyecto. Según parece, este tendría una superficie de 15.000 metros cuadrados que se ejecutarían en cuatro fases. La inversión estimada parece ser que rondaría los cinco millones de euros (sería de 4,7 para ser más exactos) y hasta se anunciaba la creación de 60 puestos de trabajo.

Tan cerca de Mérida, el centro logístico podría significar para nuestra ciudad un espacio importante en el que existiría una zona de descanso con un restaurante-cafetería, un hotel, aparcamiento para autocaravanas e incluso, gasolinera y servicios de todo tipo para los profesionales del transporte. Según parece, la empresa Gestiones Logísticas Proserpina emprendería el proyecto, que estaría ubicado junto a la salida 613 de la Autovía de la Plata, es decir al norte de Mérida y a un paso de Mirandilla.

El centro consistiría en brindar un área importante para los profesionales del sector, con lo que mejoraría al Centro Regional de Transportes en el eje de comunicación Sines-Valencia y Gijón-Sevilla. Al mismo tiempo, atendería a los viajeros convencionales, sobre todo teniendo en cuenta el crecimiento del tráfico en las dos autovías que pasan por Mérida, la A-5 y la A-66, como centro geográfico con todo el sur del país. Solo hace falta que el ayuntamiento de nuestra ciudad termine por adaptar aquellos terrenos al ámbito urbanizable convocando un concurso para la enajenación de las parcelas y acondicionándolas para la construcción del área logística en toda regla.

Aquella es una zona en la que a día de hoy nadie ha metido el diente, aún después de haber sido estudiada entre otras cosas para construir un centro de ocio, un circuito motorístico-deportivo o un aeródromo provincial. Ahora, dos años después, se plantea un centro logístico. Qué lástima que al final, por unas razones u otras, todas las ideas se esfumen sin que nadie apriete el botón de salida- ¡Una pena!