Cuando una ciudad tiene la virtud de contar con un patrimonio cultural como el que posee Mérida tiene dos opciones, la protección o la explotación turística y económica. Según cita La Voz de Galicia, la capital extremeña ha apostado por lo segundo a diferencia de Lugo, que cuenta con una muralla romana, declarada hace siete años Patrimonio de la Humanidad y que, según dicen, está descuidada y mal aprovechada.

Además, comparando ambas ciudades, se observa un proceso de conservación y puesta en marcha turística muy desigual. Mérida cuenta con un legado romano más amplio y es la capital de la región lo que supone, a su modo de ver, un mayor número de inversiones. Por el contrario, la urbe gallega no recibe demasiadas ayudas para restaurar sus restos romanos; apenas se han realizado las necesarias obras de consolidación del muro.

Asimismo, consideran que la muralla está descuidada y necesita una intervención general para ayudar a los turistas y a los lucenses a disfrutar de sus cualidades, proponiendo el modelo de Mérida como un ejemplo a seguir.