Son muy pocos los recursos de amparo que se admiten a trámite en el Tribunal Constitucional, pues rechaza el 98% de los que se interponen. Solamente en el año 2005 se interpusieron 9.476 recursos procedentes de toda España y se admitieron a trámite únicamente 314, como el presente caso de Mérida.

Tras las alegaciones, el Constitucional dictará sentencia con uno de estos dos fallos: declarar que se ha vulnerado un derecho constitucional y anula las sentencias absolutorias y se repetiría el juicio contra Blanco; o declarar que no ha existido vulneración constitucional, y entonces se archivaría definitivamente el asunto.