"Se ha notado algo, pero no está siendo el boom que nosotros esperábamos". Es la frase que resume el sentir mayoritario de los hosteleros consultados por este diario seis después del nombramiento de Mérida como capital iberoamericana de la cultura gastronómica 2016. El ayuntamiento defiende que las cifras de turismo han crecido exponencialmente en este primer semestre, pero bares y restaurantes coinciden al afirmar que sus expectativas no se están cumpliendo.

Con medio camino ya recorrido, el sector valora de forma muy positiva el evento en sí y la publicidad exterior que se le ha dado, pero echan en falta una mayor promoción a nivel local y, sobre todo, la ausencia de "un proyecto común" que más allá de la cartelería o el vestuario muestre a los visitantes que Mérida es capital gastronómica. Por ejemplo, una carta básica en la que se oferte comida de estos países o la organización de semanas temáticas en las que todos los establecimientos participen.

"La promoción exterior se ha trabajado muy bien, pero no la interior, aún no hemos conseguido que la ciudadanía sepa qué significa ser capital gastronómica", afirma Paulino Alvarez, presidente de la Asociación de Bares, Cafeterías y Restaurantes (Abacarex) y gerente de seis negocios en la ciudad: Rex Numitor, La Trattoria, El Yantar, Bocados, La Corrala, Lago Pinar y Apartahotel Capitolina.

Alvarez considera que los actos celebrados en Madrid Fusión, la presentación en la Casa de América con embajadores y empresarios o la presencia en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) han sido muy positivos para la ciudad, pero critica que después no se haya trabajado "un proyecto común" con todos los establecimientos ni acciones conjuntas para visibilizar la capitalidad. Por ejemplo, jornadas temáticas, platos conmemorativos de los países en los que todos los establecimientos participen o un "gran evento" con los cocineros como "primeros actores" del evento más allá de la foto en el Teatro Romano.

En este contexto, la mayoría de los hosteleros consultados por este diario coinciden al valorar la capitalidad gastronómica como algo muy positivo para la ciudad, pero reconocen que seis meses después y con medio camino ya recorrido, las expectativas que tenían no se están cumpliendo. "Algo se está notando, pero no está siendo el boom que nosotros esperábamos", afirman desde La Carbonería, local que aboga por establecer una carta de comida iberoamericana común a todos los restaurantes o la organización de semanas temáticas. "El proyecto es estupendo y la idea está muy bien, pero está faltando coordinación", señalan en la tapería Sagasta 9.

Dentro del calendario de actividades, el propietario de este local, Luis Sabán, valora de forma muy positiva la celebración de Emérita Lúdica y la ruta de la tapa romana, pues este año se ha conseguido ganar mucha participación. La opinión es compartida por el resto de los hosteleros del centro, que no obstante, recuerdan que aunque el festival romano se haya incluido en los actos de la capitalidad, "no deja de ser un evento del pueblo".

La dificultad para surtirse de los productos de la gastronomía iberoamericana o la premura con la que se han planteado algunas actividades son otras de las dificultades que se han encontrado.

El turismo sí crece

Desde el gobierno local sin embargo, defienden que los objetivos sí se están cumpliendo. El alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, indica que "el éxito o el fracaso de la capitalidad se centra en la capacidad de atraer clientes y turistas", sobre todo en temporada baja, y afirma que se está consiguiendo.

Según los datos aportados por el consistorio, en el primer semestre del año la ocupación hotelera se incrementa un 7,6% respecto al 2015, las pernoctaciones suben un 5% y la estancia media del turista en la ciudad de Mérida se alarga un 0,5%. Además, las visitas a las oficinas municipales de turismo crecen un 50%, con personas procedentes de Madrid, Andalucía, Baleares, Portugal, Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Canadá, Argentina, Uruguay o Brasil. Desde Avacarex sin embargo, Paulino Alvarez reconoce que sí hay más turistas, pero que su estancia en Mérida sigue siendo corta y que el "tíquet medio", lo que cada visitante gasta en comida por persona, aún se sitúa entre 8 y 10 euros, lo que hace muy difícil ofrecer platos más allá de las tapas o un menú del día.

"Nuestro objetivo número 1 era promocionar Mérida y lo hemos hecho", defiende Osuna, que destaca además que de enero a junio se han celebrado en la ciudad más de 50 eventos que han llenado hoteles en temporada baja y si que no hubiera sido por la capitalidad, no se hubieran llevado a cabo. "Nosotros estamos muy satisfechos porque los datos de ocupación hotelera y de turistas que están llegando responden a la inversión publicitaria y en promoción de eventos", afirma el primer edil, que recuerda que la cita cuenta con presupuesto superior al medio millón de euros.

Osuna señala así que este ha sido un semestre con "acciones populares" en el centro y las barriadas, conciertos gastronómicos, talleres, catas, ferias, talleres o cursos de formación que continuarán hasta que acabe el año. En los próximos seis meses se celebrarán, bajo el paraguas de la capitalidad, actos como el 'Stone Music Festival' o un encuentro de mujeres "relevantes" del mundo iberoamericano.