--¿Desde cuándo es cofrade?

--Mi vínculo con la Semana Santa me viene desde niño. Tengo una fotografía en casa del cristo de los Remedios delante de Santa María y yo vestido de nazareno. Creo que fue durante una procesión magna que hubo en el 62. Mi abuelo fue uno de los refundadores de la cofradía en 1928, aunque los verdaderos artífices fueron Carlos Jaque y Luis García de la Puente. Yo entré a formar parte de la junta directiva cuando cumplí los 18 años, en el año 1971. Me nombraron teniente mayordomo en el 73 hasta que en el 2000 falleció mi padre, que era el mayordomo, y la junta de gobierno decidió que ya tomara su puesto.

--¿Qué supone ser mayordomo?

--El mayordomo son los ojos del costalero. Además de la función de llevar el paso, el mayordomo es la persona que está pendiente y vela por la imagen junto con la camarista, que en su momento fue mi madre y ahora es mi esposa. A ser mayordomo se aprende a base de los años y de las equivocaciones. Además, desde el año 84 hasta el 91 porté al cristo de los Remedios cuando todavía lo llevábamos a varal. Desafortunadamente tuve que dejarlo por un problema físico, por ello el primer sentimiento como mayordomo es el de no poder ir debajo del paso y es difícil de explicar. De hecho, en 2007 hice el pregón del costalero y traté de explicar algo de los sentimientos que había tenido, pero ir debajo del paso en una procesión conlleva vivencias inexplicables. Sentir que llevas a Dios es lo que de verdad te da la fuerza.

--¿Cómo tiene que andar el paso del cristo de los Remedios?

--El paso debe andar como anda, con paso lento, racheado y nada más, porque llevas un crucificado y creo que poco más se debe hacer, al menos es mi punto de vista.

--¿En qué basa su relación con la cuadrilla de costaleros?

--La relación es impresionante porque también somos amigos. Hay tres o cuatro que todavía forman parte de la primera cuadrilla que formamos cuando el cristo iba a varal. Por suerte tenemos una cuadrilla de personas increíbles, ya no solo los que están ahora sino los que han estado. Es una de las cosas más gratas.

--¿Una 'levantá' que recordar?

--Guardo especial recuerdo de las 'levantás' que se hicieron cuando falleció primero mi madre Luisa, en el 96, y luego mi padre Norberto, que falleció un Viernes Santo después de ver al cristo de los Remedios.

--¿Momentos del recorrido?

--La salida y la entrada, además del recibimiento que nos hacen cuando llegamos a la concatedral de Santa María. Hace años que no pasamos por el arco de Trajano por un problema de itinerarios, pero espero que a partir del año que viene podamos volver a pasar, porque para mí es una imagen más no solo del Cristo, sino de Mérida.

--¿Cómo ve la Semana Santa?

--Veo que nuestra Semana Santa se está haciendo cada año más grande y si conseguimos el carácter internacional será importantísimo para la ciudad. Espero ver este año las calles de Mérida abarrotadas de gente, que las procesiones transcurran con orden como siempre y sin incidencias importantes de ningún tipo.