Esta columna, que tiene ya quince años de vida, se debe a los Pecholatas de Pepe Tamayo, con la colaboración de Antonio Vélez, que nos la inspiró. Tamayo ha sido todo un lujo para esta ciudad. Desde 1953 con su Edipo Rey y Julio César , interpretado por Francisco Rabal, hizo mella en la población y todos la recuerdan.

La espectacularidad de las luces, extras y el pueblo hacía que Pepe Tamayo fuera uno más de Mérida en la época de los festivales. Le recuerdo bien, y tuve el placer de recibir de su mano la espada de Julio César, como regalo a un escudo Pecholata de oro que le impuso la peña de las Paralela en un homenaje que se le hizo en el teatro romano de Mérida y que presenté a petición suya, con personajes tan carismáticos como Paco Rabal o Nuria Espert.

Es hora que Pepe Tamayo tuviera una calle en la ciudad para recordar su paso por ella y por su aportación a estos festivales que hicieron de ellos los más cotizados de la nación. Abrió las puertas del teatro en Mérida y a sus espectaculares puestas en escena se le llamaba la tamayoscopia : luz, sonido, extras vestidos de romanos a pie y a caballo. Se disfrutaba.

Pepe Tamayo tiene su espíritu en el teatro y anfiteatro romano de Mérida. Muchos de los más prestigiosos actores pasaron por su mano: Francisco Rabal, Imanol Arias, Carlos Ballesteros , Nuria Espert, Manuel Gallardo, Paco Valladares...

Pepe Tamayo forma parte de la historia de los recintos escénicos emeritenses.