Con cuatro meses de retraso sobre la fecha habitual, el Pleno municipal debatió ayer el Presupuesto del ayuntamiento para el 2010. El resultado de la votación no se salió de lo previsto. Como cabía esperar, sobre todo después del plantón dado al Plan para la Reactivación de la Economía y el Empleo suscrito por el equipo de Gobierno y la gran mayoría de los representantes sindicales y empresariales de la ciudad, el PP votó en contra. Las cuentas continuarán con su tramitación con un periodo de exposición pública de un mes para la presentación de enmiendas. Los populares ya han anunciado que plantearán alternativas.

El debate --en el que se habló más del pasado que del futuro-- fue denso y cargado de reproches hacia gestiones anteriores. Se extendió durante más de dos horas en las que no hubo ni planes novedosos por parte del gobierno ni propuestas alternativas en el banco de la oposición.

Las cuentas, presentadas públicamente a finales de la semana pasada, contemplan una reducción de los ingresos que se cifra en un 16%, situándose en los 63 millones de euros (frente a los 74,5 del 2009), debido fundamentalmente a la caída de los ingresos provocada por la crisis. Esto ha sido, según explicó la concejala del área, Mercedes Moyano, el principal condicionante de unas cuentas "realistas y rigurosas" que fijan como prioridad máxima la creación de empleo, el mantenimiento de las políticas sociales y el apoyo a la actividad industrial. Al mismo tiempo plantea recortes, en algunos casos de hasta la mitad del presupuesto del año anterior, en áreas como Festejos o Cultura.

El portavoz del PP, Fernando Molina, justificó su falta de apoyo a las cuentas presentadas por la "mala gestión" que a su juicio ha realizado el equipo de Gobierno durante el pasado año --que sí recibieron la aprobación de la oposición-- de los recursos municipales. En líneas generales, reclamó más austeridad en el capítulo de personal --que se eleva a 26 millones de euros-- y se mostró especialmente disconforme con la política de endeudamiento del gobierno local.

Según dijo, los 48 millones de deuda reconocida suponen "una hipoteca para las generaciones futuras" debido a la "situación límite" a la que se están exponiendo las arcas municipales. En este punto retomó el desacuerdo con la compra de la Ciudad Deportiva. Este asunto, junto al del Hernán Cortés, fueron los más repetidos.

La portavoz municipal, Estrella Gordillo, fue la encargada de la réplica, quien recordó que buena parte de esta deuda ha sido heredada del gobierno del PP, y justificó las decisiones sobre la Ciudad Deportiva y el Hernán Cortés en la defensa del patrimonio de los emeritenses.

ABIERTO AL PACTO El debate lo cerró el alcalde, Angel Calle. Y lo hizo con sorpresa, ya que invitó al PP a reconsiderar su postura sobre el plan de choque contra el paro, con una invitación a abrir de nuevo la mesa de negociación. Según dijo, como ya ha hecho en varias ocasiones desde que el PP rechazara el pacto, "es momento de remar en la misma dirección", y reprochó la "falta de altura política" demostrada por Molina con su decisión de aislarse en esta cuestión. El portavoz del PP, tras el pleno, comentó que estudiará con su grupo la vuelta a las negociaciones y la posible adhesión al plan.