La patrona de Mérida, la mártir Santa Eulalia, fue ayer proclamada Patrona de la Juventud de Extremadura, una propuesta de la Fundación de Estudios Eulalienses que se llevó ayer a efecto en la conmemoración de los veinte años desde la celebración del sínodo pacense, un acto celebrado en la parroquia de Santa Eulalia, que servirá de pórtico al Año de la Fe. La celebración corrió a cargo del arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, y contó con la presencia de Antonio Montero, arzobispo emérito; y de los obispos de Plasencia, Amadeo Rodríguez; y de Coria-Cáceres, Francisco Cerro.

Desde la Fundación de Estudios Eulalienses destacan que la mártir, por lo que vivió antes de morir a los 12 años, representa los valores esenciales que deben tener y mostrar los jóvenes cristianos: amor a Dios, amor a los hermanos y caridad para quienes les dañan y persiguen.

Hay que recordar que la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia ya propuso que la patrona emeritense fuera nombrada Patrona de la Juventud. Fue el pasado año, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró en Madrid del 16 al 21 de agosto.

La propuesta se basa también en que durante siglos su vida fue ofrecida por la Iglesia como modelo ideal para las jóvenes cristianas que entraban en religión tanto en Francia como en España. Además, señala el hecho insólito de que en la narración de los martirios de la última persecución es la única mujer a la que se le concede el don de la palabra para defender la doctrina cristiana ya que las mujeres no estaban autorizadas para hablar en público de religión.

Asimismo, su culto, oficiado en un principio en su basílica emeritense, primera iglesia erigida a un mártir en Hispania y la principal de la misma durante siglos, fue germen de uno de los cultos martiriales más extendidos en los primeros años del Cristianismo; y en numerosas ocasiones su culto se concretó en templos, catedrales, parroquias o monasterios, erigidos en su memoria tanto en España como en Portugal, Andorra, Suiza, Francia e Italia.

Por todo ello, consideran que Santa Eulalia es la más perfecta, nítida e idónea figura martirial para ostentar este cargo.