La empresa Tracer Restauración inició ayer los trabajos de remodelación de los mármoles romanos del Hornito de Santa Eulalia, que obligarán a que el popular espacio de culto y ofrenda a la Patrona de Mérida esté cerrado al público durante los próximos tres meses. La restauración, que cuenta con un presupuesto de 70.000 euros aportados por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), se enmarca dentro de las actuaciones de conmemoración del IV centenario de la construcción del Hornito e incluye labores de limpieza, consolidación de partes inestables, extracción de sales, tratamiento biocida, eliminación de morteros en mal estado o de cemento, adhesión de fragmentos, cosido y sellado de grietas, reposiciones de mortero y protección y tratamiento de las vías de acceso de agua mediante protección de cornisas superiores.

El proyecto, solicitado por el Museo Nacional de Arte Romano (MNAR), la Junta de Extremadura, la alcaldía de Mérida y el Arzobispado de Mérida-Badajoz, recibió el visto bueno de la Comisión Ejecutiva del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida el pasado mes de mayo. De acuerdo con el diagnóstico realizado entonces, los mármoles presentan un deficiente estado de conservación que hace necesaria una intervención sobre las superficies lapídeas que garantice su integridad, así como un estudio de investigación del Hornito y el Templo de Marte.

Las actuaciones también contemplan el traslado del Humilladero --también construido con materiales romanos, simboliza la columna en la que Santa Eulalia fue azotada durante su martirio---, situado en un extremo del recinto, a una zona más cercana a la iglesia. Cabe recordar que El Hornito, ermita construida a pie de calle, rememora el horno donde Santa Eulalia fue quemada durante su martirio. En el siglo XVII la capilla se decoró con fragmentos correspondientes a un templo dedicado al dios romano Marte.