Los aficionados a volar de Mérida y de toda Extremadura están de enhorabuena. La pista construida en las inmediaciones de la finca municipal Royanejos de la capital extremeña acaba de obtener la autorización indefinida como campo de vuelo por parte de Aviación Civil y de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).

Se trata de una autorización de gran importancia, puesto que esta es la única pista autorizada como campo de vuelo en toda Extremadura, y la primera a la que se le da luz verde en España en los últimos cinco años.

Los miembros del Aeroclub de Mérida no han perdido el tiempo, y desde que esta pista de 800 metros de longitud y 14 hangares --cada uno de ellos con capacidad para albergar tres naves--, obtuviera la aprobación ya han organizado varios encuentros, entre ellos cursos de formación para la construcción de aeronaves.

Han sido casi cuatro años de tramites burocráticos y de viajes a Madrid, según indican Luis Lechón, presidente del Aeroclub, y José Montaño, también miembro de esta entidad sin ánimo de lucro que gestiona las instalaciones, y presidente de la Asociación de Aviación Experimental. Este colectivo de ámbito nacional está formado por personas "con la inquietud de volar pero sin recursos para comprarse una aeronave", lo que les impulsa a fabricarse ellos mismos sus propios ultraligeros.

La autorización permite así legalizar la utilización de estas instalaciones cedidas por el ayuntamiento aunque construidas con los fondos de los socios del aeroclub así como gracias a las aportaciones realizadas por las diputaciones de Badajoz y Cáceres o Caja de Badajoz, tras la mediación del alcalde, Angel Calle. El visto bueno a Aviación Civil abre además nuevas expectativas de utilización de estas dependencias, y amplia el campo de las actividades a desarrollar por el Aeroclub.

FUTURO AERODROMO En este sentido, además de la llegada a Extremadura de aficionados a los ultraligeros procedentes de todo el país, también permite la celebración de eventos, concentraciones y actividades formativas que pondrán a Mérida en el mapa de las aviación en España y Portugal.

En cuanto al futuro de la pista, la autorización como Campo de Vuelo es un paso más hasta la consecución del próximo objetivo marcado por el Aeroclub emeritense, que no es otro que su habilitación como aeródromo.

Los responsables del aeroclub son conscientes de que aún quedan algunos años hasta que este "sueño", que es como lo definen, sea una realidad. Las consecuencias serían muy positivas para la capital extremeña, puesto que permitiría su utilización a aeronaves más grandes, avionetas bimotor con capacidad para ocho o diez personas.

Mientras tanto, el siguiente paso será la puesta en marcha de una escuela de pilotos "a precios populares" para quienes quieran formar parte de este colectivo. Asimismo, se van a ampliar las instalaciones, con la construcción de nuevos hangares, en este caso individuales, para quienes quieran abonarse al club. En este caso pagarían una cuota para sufragarse estas instalaciones porque, como recuerda Montaño, esta es una entidad sin ánimo de lucro.