Una de las principales preocupaciones de los ayuntamientos nada más llegar la democracia fue hacer accesible la cultura a todos los ciudadanos y que ésta no solo se circunscribiera al ámbito urbanita. La cultura es el alma de los pueblos y conservarla ha sido siempre un imperativo desde los albores del nuevo periodo de libertad que comenzaba. Ahora ésta llega a todos los rincones con una oferta innovadora y sorprendente.

Prueba de ello es la creación en 1979 de la Institución Cultural El Brocense -buque insignia de la cultura provincial- en el pleno del 23 de noviembre de la Diputación de Cáceres. En sus inicios la actividad de la gran ‘locomotora cultural’ se centró en la ciudad de Cáceres. De hecho, entre 1979 y 1981 se crearon los grandes premios de artes plásticas de la provincia (Cáceres de Escultura y Cáceres de Pintura), impulsados por el entonces presidente Jaime Velázquez. El primer director de la Institución Cultural El Brocense fue Salvador Andrés Ordax, catedrático de Arte de la Universidad de Extremadura.

A principios de los ochenta comenzó también el Otoño Musical, que con el tiempo derivaría en Otoño Cultural. Gracias a su programación las compañías extremeñas pueden diversificar su actividad durante el año y no limitarse solo a los meses de verano.

Pero quien democratizó el acceso a la cultura a todos los municipios de la provincia fue el presidente Manuel Veiga. Las pequeñas poblaciones, acostumbradas a las verbenas, vieron cómo hasta ellas llegaban espectáculos de alto nivel, grandes compañías teatrales, agrupaciones folclóricas extranjeras… La primera programación de espectáculos en este sentido se hizo en 1983 y se centró fundamentalmente en el folclore, en un intento por recuperar y conservar nuestras raíces. El primer Verano Cultural fue en 1984, que con el tiempo se convertiría en la acción estrella de la institución: Estivalia. Ya entonces medio centenar de municipios se vieron beneficiados por esta iniciativa.

Cáceres también fue foco de las inquietudes culturales de la institución y vio cómo se ponía en marcha la Sala de Arte El Brocense, que en la actualidad es referente del Arte Contemporáneo nacional. Es la única sala de sus características que se ha mantenido abierta durante estas últimas cuatro décadas.

No menos interesante fueron los premios vinculados a las artes plásticas que se instituyeron y que están íntimamente vinculados al prestigio de la sala, que incluyen un afamado certamen de artes plásticas. Gracias a ellos la Diputación de Cáceres va adquiriendo un importante fondo artístico. De la misma manera, los premios literarios de la institución provincial han logrado desde los años 70 hasta la actualidad atraer a grandes creadores no solo españoles, sino latinoamericanos, con índices de participación sorprendentes.

Centro Cultural Santa María

En Plasencia un hito cultural clave fue la puesta en marcha en 1987 del Centro Cultural Santa María. Allí se ubica el Conservatorio de Música, la Escuela de Bellas Artes, la Escuela de Danza y desde 1988 el Museo Etnográfico y Textil Pérez-Enciso.

También en Cáceres, durante la presidencia de Pilar Merchán, en 1998, se pusieron en marcha los llamados Conciertos del Pedrilla, una casa-museo de la institución que contiene obra del artista Oswaldo Guayasamín, que continúan con gran éxito.

En la actualidad, la protección de la cultura desde la Diputación de Cáceres ha superado el modelo inicial de amparo de la actividad folclórica y de las señas de identidad populares para enmarcarse en una concepción mucho más rompedora y transgresora, como herramienta de reflexión. Todo ello se enmarca en el Plan Activa Cultura, que ayuda a los ayuntamientos menores de 20.000 habitantes y sus pedanías a contar con actividades culturales y deportivas a lo largo del año, un plan con el que se avanza en el equilibrio territorial y la solidaridad intermunicipal.

En 2015 el presupuesto de las actividades culturales en pueblos era de 250.000 euros y en la actualidad llega a los 2’3 millones de euros gracias al Plan Activa Cultura. «Queremos que la diputación no sólo se conozca en los municipios por las grandes obras de infraestructura, sino por la importancia de nuestras señas de identidad culturales. En este sentido, trabajamos para que todos los municipios partan en condiciones de igualdad y pueden diseñar sus agendas culturales, de ocio, deportivas y de tiempo libre. Somos además la primera provincia de España que facilita a los municipios la apertura de sus bibliotecas o agencias de lectura gracias al Plan Activa Cultura», explica Álvaro Sánchez Cotrina, diputado de Cultura.

Otro de los ámbitos en los que destaca la nueva apuesta de la Diputación de Cáceres es el apoyo a la industria cultural, con una partida de 800.000 euros de inversión en contratación de compañías. Aparte, desde el Área de Cultura se continúa con una programación propia para llevar la cultura a los municipios (Cultura en Familia, Muro Crítico, y la Campaña de Animación a la Lectura).

En verano, el programa más emblemático es Estivalia y en otoño el Otoño Musical que llega a 40 municipios bajo la fórmula de Provincia Inquieta.