En 1556, el Emperador Carlos V alcanzó su última morada: El monasterio de Yuste, elegido por el monarca por su tranquilidad y aislamiento y benigno clima.

Hace diecinueve años, la ruta del monarca fue rescatada de la historia e incluida en el calendario de los senderistas.

La calidad y cantidad de actividades que se realizan alrededor de esta ruta la hicieron merecedora del título de Fiesta de Interés Turístico Regional en 2011. Cuatro años más tarde, los últimos 10 kilómetros recorridos por el último emperador de Europa, que unen Jarandilla de la Vera y el monasterio de Yuste fue declarada por el Consejo de Europa Itinerario Cultural Europeo e incluida en las Rutas Europeas del Emperador.

En este catálogo de vías imperiales aparecen recogidas propuestas senderistas por parajes europeos de alto valor.

Sus itinerarios, así como la ambientación histórica a lo largo de su recorrido y las actividades organizadas, son parte del interés en estos caminos.

PRESTIGIO. Según la Fundación Academia Europea de Yuste, que el pasado año celebró el XXV aniversario de su creación, “esta declaración viene a dar prestigio, visibilidad y puesta en valor de un legado basado en la trayectoria, avatares históricos, legado artístico, político, cultural, académico y social del último emperador de Europa”, “un legado que constituye un referente cultural e histórico de los pueblos europeos”.