Capaz de deleitar nuestros cinco sentidos, el jamón ibérico D.O Dehesa de Extremadura ha sido todo un regalo para la salud y el paladar de los visitantes del Salón Internacional de la Alimentación y Bebidas. Cerca de un millar de personas han desfilado por este estand interesándose por las bondades de uno de los productos más genuinos de nuestra región. Distribuidores, jefes de sala y encargados de pedidos de cadenas hosteleras, restaurantes, casas rurales y hoteles no han podido resistirse a probar estos jamones, con el objetivo de seleccionar un producto de la máxima calidad para sus atraer a sus clientes.

Un jamón exclusivo, único y limitado, que cuenta con Madrid y Cataluña entre sus principales clientes, aunque su presencia se extiende también a países como Japón, México, Venezuela y Canadá. El próximo reto será conquistar Estados Unidos, donde se espera que en un par de años alguna industria inscrita en la D.O consiga la acreditación para exportar. Así lo cree el director técnico de la DO Dehesa de Extremadura, Alvaro Rivas, quien se siente satisfecho por los resultados de la presente campaña, con 56 industrias certificadas y solo 35 de ellas aún con productos pendientes de venta. Y es que este año han sido certificados en campo 35.000 cerdos, lo que da una media de 140.000 jamones y paletas, con una producción del 98% de bellota de la máxima calidad, de elaboración artesanal.

Sin embargo, en ocasiones no es sencillo reconocer un verdadero jamón ibérico si no tenemos las claves para ello. Por eso, durante su presencia en Alimentaria 2016, Dehesa de Extremadura no solo ha dado a degustar su manjar ibérico sino que, además, ha llevado a cabo labores de promoción y divulgación para poder distinguir unos jamones de otros y saber si lo que tenemos delante es un producto denominación de origen exclusivo de Extremadura.

EL ARTE DEL CORTE Aunque sin duda, una de las personas que más público ha congregado a su alrededor ha sido el maestro cortador de jamón oficial de la DO Dehesa de Extremadura, Jesús González León. Varias decenas de jamones ibéricos han sido loncheados con verdadera maestría, logrando elevar las bondades del producto con el sello Dehesa de Extremadura a la máxima potencia.