Jarramplas será encarnado este fin de semana por vez primera en toda su historia por un padre y un hijo en una misma edición. Miguel Ángel Moreno Iglesias (42 años) y Adrián Moreno Serrano (19) van escribir sus nombres con letras de oro en los anales de esta Fiesta de Interés Turístico Nacional y lo harán doblemente, ya que Adrián es, además, el Jarramplas más joven conocido hasta la fecha. Piornal, municipio cacereño que acoge esta celebración desde tiempo inmemorial, espera recibir los días 19 y 20 de enero más de 20.000 personas, ya que al coincidir la fiesta en sábado y domingo, la afluencia de visitantes se disparará probablemente con interesados de todas partes del país.

La historia de estos dos Jarramplas arranca hace ya doce años, cuando durante el transcurso de la celebración se planeó en la peña familiar la posibilidad de ser ellos en alguna ocasión. Se apuntaron entonces y no se borraron de la lista. En cuanto a los motivos por los que van a encarnar a este personaje popular no hubo ninguna ‘manda’ o promesa como ha sucedido en otros años. Padre e hijo son agricultores especializados en cerezas y castañas, cultivos típicos de la zona.

Como bien es sabido a Jarramplas se le lanzan nabos de un calibre más que considerable. En este caso a Miguel Ángel y a Adrián les aguardan 30.000 kilos de esta hortaliza, que han sido cultivados en Jarandilla de la Vera. La cosecha de nabos este año ha sido, además, muy buena.

Ellos no tienen miedo a la lluvia de nabos que se le viene encima. «No tenemos miedo. Eso nunca. Solo respeto. Queremos que salga todo bien y que todo el pueblo disfrute», explican. Ser Jarramplas es el máximo orgullo al que puede aspirar un piornalego. En su familia ha habido muchos Jarramplas y de hecho el año pasado lo fue con gran brillantez su primo ‘Candi’.

Pero además de los Jarramplas la fiesta tiene otros protagonistas: los mayordomos. Este año lo son Sandra Serrano (madre y mujer de Jarramplas), José Serrano, Ángel Sánchez y Simi Fernández. También les ayudan familiares y amigos. Desde el mes de septiembre del año pasado acompañan a los Jarramplas en la compleja confección de sus trajes (3.000 cintas cada uno), sus protecciones, cachiporras de madera de castaño, tamboriles y dulces. Como anécdota destaca el número de cachiporras que han fabricado: cerca de 500. Además, este año han realizado ocho máscaras nuevas, a las que se ha aligerado hasta pesar ‘sólo’ 7 kilos, en vez de los 10 habituales. El traje que porta Jarramplas, junto con las protecciones pesa más de 45 kilos.

DULCES / Los mayordomos y familiares que asisten a Jarramplas también elaboran dulces típicos (huesillos y ‘tarabuzones’) que serán consumidos en la fiesta. También se encargan de adquirir la panceta, el chorizo y el pan para elaborar las migas. Igualmente ensayan las típicas ‘alborás’ con las mozas que se encargan de interpretarlas. Asisten a la novena de san Sebastián, santo en cuyo honor se celebra esta fiesta. Para saber más sobre ella en Piornal hay un museo interactivo que puede visitarse todo el año.