Hoy se celebra en todo el mundo el Día Internacional de las Personas de Edad, cuya edición de 2016 está dedicada a concienciar contra la discriminación de las personas mayores, llamando la atención sobre los estereotipos negativos y las ideas falsas acerca del envejecimiento y desafiando esos estereotipos e ideas.

La discriminación por envejecimiento y en ocasiones el abandono y maltrato de las personas mayores es una actitud frecuente y perjudicial que se basa en el supuesto de que es una norma social y, por tanto, aceptable. Esta marginación es una realidad en la mayor parte de las sociedades, de una forma u otra, y se materializa en las actitudes de los individuos, las prácticas institucionales y normativas, y la representación mediática. Todas ellas devalúan y excluyen a las personas mayores. En 2014, los Gobiernos adoptaron una resolución en el Consejo Económico y Social que reconoció que la marginación por envejecimiento es «la razón común, la justificación y la fuerza motriz de la discriminación de las personas de edad».Tales formas de discriminación, de cómo las personas de edad son tratadas y percibidas por sus sociedades, incluso en los ambientes médicos y centros de trabajo, crean entornos que limitan su potencial y afectan a su salud y bienestar. El fracaso para hacer frente a esta discriminación socava los derechos de las personas mayores y dificulta su contribución a la vida social, económica, cultural y política.

INFORME / Por todo ello no conviene olvidar que la Unión Europea tiene la segunda tasa más alta de dependencia de la tercera edad de todos los países que conforman el G20, sólo superada por Japón, según los datos del informe ‘The EU in the world’, publicado este viernes por Eurostat, en el que se compara al bloque comunitario con los 15 países de este organismo que no pertenecen a la unión en distintos campos. Así, el nivel de dependencia de la tercera edad en la UE, medida como el ratio entre el número de personas mayores de 65 años entre el número de personas en edad de trabajar, es de 28,1%, mientras que en el caso de Japón este porcentaje se eleva al 41,9%. Tras ellos se encuentran Canadá (23%), Australia (22,1%) y los Estados Unidos (12,3%). La composición de la población mundial ha cambiado de manera espectacular en los últimos decenios. Entre 1950 y 2010, la esperanza de vida en todo el mundo ha aumentado de los 46 a los 68 años, y está previsto que aumente hasta los 81 años para fines del siglo. Cabe señalar que, en la actualidad, en la franja de edad de las personas de 60 años o más, el número de mujeres superan el de hombres en unos 66 millones. Entre las personas con 80 años de edad o más, el número de mujeres prácticamente duplica el de hombres, y entre las personas centenarias, hay entre cuatro y cinco veces más mujeres que hombres. H