El acuerdo alcanzado en el Consejo Europeo los días 8 y 9 de febrero pasados limita el gasto máximo posible de una Unión Europea de 28 Estados miembros 1 a 959.990 millones de euros 2 en créditos de compromiso, que corresponden al 1,0% del producto interior bruto (PIB) de la UE.

Preparar el futuro. A pesar del recorte en el límite global de gasto de 34.400 millones de euros en compromisos y 35.200 millones de euros en pagos, los dirigentes de la UE acordaron un aumento sustancial de los recursos financieros para gastos orientados al futuro tales como la investigación, la innovación y la educación, con el fin de promover el crecimiento y crear empleo.

Mostrar solidaridad. El Consejo Europeo reiteró su compromiso de reducir las disparidades entre los niveles de desarrollo de las diversas regiones de la UE estableciendo el límite de gastos correspondientes a la subrúbrica 1b ('Cohesión') en 325.150 millones de euros.

Garantizar la sostenibilidad. En cuanto a la rúbrica 2 ('Crecimiento sostenible: recursos naturales'), el Consejo Europeo fijó el límite máximo de gastos en 373.180 millones de euros. También acordó algunos elementos orientadores para la próxima reforma de la Política Agrícola Común (PAC), que debe ser más ecológica y más justa: El 30% de los pagos directos estará supeditado a la 'ecologización' para garantizar que la PAC ayude a la UE a cumplir sus objetivos de acción medioambiental y climática.

Aportar valor añadido. En cuanto a la rúbrica 3 (Seguridad y ciudadanía), el Consejo Europeo acordó un límite de gastos de 15.690 millones de euros. Las medidas de esta rúbrica incluyen en particular acciones relacionadas con el asilo y la migración e iniciativas en los ámbitos de las fronteras exteriores y la seguridad interior.

Garantizar la flexibilidad. Además, el Consejo Europeo acordó prorrogar los cinco instrumentos existentes siguientes fuera del MFP.

Abrir nuevas perspectivas. Por el lado de los ingresos, el Consejo Europeo abrió el camino para un sistema de recursos propios más simple y más transparente. Más concretamente, se seguirá trabajando para reemplazar el actual recurso propio basado en el IVA por otro nuevo, que debe ser lo más simple y transparente posible, y que debería proporcionar un vínculo más estrecho con la política del IVA de la UE y los ingresos reales por IVA.