La Troya, mesón trujillano fundado en 1921, atiende este fin de semana a medio millar de comensales diarios. Así lo aseguró ayer Elena Barquilla Blanco, responsable de La Troya y nieta de la famosa doña Concha, toda una institución en el mundo de la restauración extremeña.

Si La Troya habitualmente tiene sus comedores llenos de clientes, en estos días de tanta afluencia a Trujillo, registra unas cifras espectaculares. Este fin de semana la media es de unos 500 diarios.

Como es tradición, a los comensales nada más llegar se les coloca en la mesa una tortilla de patatas, una ensalada y chorizo ibérico para ´abrir boca´.

De primer plato lo más habitual es decantarse por unas deliciosas migas extremeñas. De segundo hay dos platos estrella: prueba de cerdo y caldereta de cordero, entre otros.

La Troya es todo un referente en el mundo gastronómico extremeño desde 1921, aunque se sabe que antes ya estaba abierto. Isidra y Juan, bisabuelos de Elena Barquilla fueron sus fundadores, consiguiendo financiación en el extranjero. La actual responsable del establecimiento afirma que está ahora investigando sobre los orígenes del mismo.

CAPACIDAD En total los distintos comedores de La Troya suman unos 200 comensales. Tiene también una barra que funciona al máximo para atender a tanto visitantes. Tiene 21 personas en plantilla aunque estos días se suma más mano de obra.

La entrada de La Troya está decorada con fotos de personajes famosos que han pasado por este templo culinario trujillano. Elena Barquilla asegura que estos días han pasado por La Troya Melani Olivares Mora (Paz, de la serie Aída ), Pau Donés (Jarabe de Palo) y José Manuel Calderón, entre otros.