Hace quince días en Alcañiz, el mundo supo que el nuevo campeón del mundo de MotoGP será un español. Ayer, a las siete horas seis minutos y 30 segundos, el planeta se despertó sabiendo que el escogido tiene solo 23 años, es mallorquín, y se llama Jorge Lorenzo. Y lo supo casi, casi, sin correr. Un fallo mecánico hizo que Dani Pedrosa, el único que podía, si no impedir sí retrasar esa coronación, se viese obligado a tirarse de su Honda cuando el cable del gas quedó bloqueado y se negó a responder a la petición de su piloto, que era cortar gas. La moto se quedó acelerada, lo suficiente como para que Pedrosa intuyese que "lo mejor era tirarse, para evitar daños mayores".

Pedrosa se acostó sobre el asfalto con su costado izquierdo, con tan mala suerte, que el primer golpe provocó una doble fractura de su clavícula izquierda, de la que será operado hoy en Barcelona. ¿La recuperación? Nadie lo sabe. Posiblemente dependa del resultado que Lorenzo logre mañana (8.00 horas, TVE-1) en el Gran Premio de Japón, que se disputa en Motegi. Si el mallorquín gana o se sube al podio, Pedrosa renunciará a correr, la próxima semana, en Malasia, y en Australia, el 17 de octubre, y reaparecerá en Portugal (31 de octubre), una vez Lorenzo se haya proclamado ya campeón del mundo de MotoGP. Y es que si gana mañana, la ventaja sobre Pedrosa sería de 81 puntos cuando ya tan solo quedarían 100 por disputarse (Malasia, Australia, Portugal y Valencia).

"No puedo decir otra cosa que ha sido un mal día", lamentó Pedrosa. "Ha sido una caída muy extraña, no iba deprisa, era una curva lenta, era mi tercera vuelta pero algo no ha funcionado en la moto pues no ha respondido a mis órdenes. He preferido tirarme para evitar un mal menor pero enseguida, enseguida, me he dado cuenta de que me había roto algo". "Estamos analizando los datos, la telemetría, pero creo que ha sido una avería mecánica, no electrónica, mecánica. Se diría que el cable del gas se ha quedado bloqueado", aseguró Alberto Puig, manager del tricampeón catalán.

LAMENTO GENERAL Pedrosa, que en las últimas tres carreras había reducido en 21 puntos la desventaja que le sacaba Lorenzo recibió palabras de ánimo de todos sus colegas. "Lo siento en el alma por Dani y él lo sabe", dijo Valentino Rossi. "Era el único que estaba poniéndole el título difícil a Lorenzo, el único". "Me beneficia, sí, pero Dani ha tenido muy mala suerte, mucha", exclamó Lorenzo al enterarse.