-Usted pertenece al departamento de Ingeniería Genética de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Extremadura, ¿en qué consiste exactamente su especialidad?

-Lo mío es la genética molecular. En mi investigación trabajo con bacterias (Escherichia coli) estudiando la replicación, el ciclo celular y el mecanismo por el que la célula se muere ante la falta de replicación. Es muy importante para después usar este conocimiento en tratamientos antibacterianos o intentar extrapolarlos a las células humanas.

-¿Qué asignaturas imparte?

-Doy clases de Genética Médica en Biología, y de Diagnóstico Genético Molecular y Técnicas Avanzadas en Biotecnología.

-¿Qué porcentaje de alumnos y alumnas hay en sus clases?

-La verdad es que ahora mismo no son grados sesgados por el sexo, hay prácticamente la misma proporción de alumnas que de alumnos.

-Pero cuando hay que dar un paso más, a la hora de dedicarse a la investigación científica, ¿cómo de complejo resulta para una mujer?

-Pienso que es igual de difícil que dedicarse a cualquier trabajo absorbente. El límite de tiempo que le dedicas a la investigación lo pone uno mismo. Cuando no tienes una relación familiar y te apasiona tu trabajo le dedicas todo tu tiempo, y cuando digo todo es todo, o casi. Yo he tenido una época que me consideraba adicta al trabajo, lo reconozco. Pero tu mentalidad cambia porque cambian tus circunstancias y tu escala de valores... Y es ahí donde la mujer tiene que tomar una decisión, precisamente por ser mujer, que no se le suele plantear al hombre. Ahí radica la dificultad, porque queremos ser ‘superwoman’ y estar en todo, con todos y en todo momento. Pero yo soy muy positiva y creo, y veo, que las cosas están cambiando, por ejemplo los papeles en la pareja. También considero que el reconocimiento del trabajo de la mujer está ya casi al mismo nivel que el del hombre. La investigación es un camino muy duro, pero si eso es lo que te gusta, lucharás contra todo lo que se te ponga por delante. A mí no me gusta cuando alguien dice: ‘No tengo tiempo para algo’. Siempre pienso que la realidad es que en su escala de valores ese ‘algo’ está en un puesto más abajo que lo demás.

-Y usted, ¿qué dificultades se ha encontrado en su carrera profesional como mujer?

-La verdad es que ninguna, así de tajante lo digo.