- Ahora es delegada del Gobierno en Extremadura, antes fue directora general de la PAC y su profesión es la ingeniería agrónoma. En los tres ámbitos las mujeres han tenido que derribar muros. ¿Cómo lo ha vivido?

- Casi toda mi vida profesional he estado en foros donde la mayor parte de las personas eran hombres. En los últimos años menos, se ha notado cierta incorporación de mujeres, pero cuando empecé como ingeniera agrónoma el 95% eran hombres. Me acostumbré desde el principio.

- Básicamente era adaptarse a una realidad que a veces es difícil para las mujeres.

- Al principio existe el estereotipo de que por ser chica eres menos, y algunos hombres que son más vehementes en su forma de actuar pueden tratar de ningunearte. Pero yo he intentado defender mi postura o los criterios que tenía y casi siempre he sido escuchada. Mi vida profesional la he desarrollado en la administración, y los accesos a la función pública son iguales. No obstante, sí he visto que a la hora de elegir a determinadas personas para desarrollar una responsabilidad se mira a los hombres porque parece que está prescrito que ellos se van a tomar más en serio su trabajo o que tienen menos problemas.

- ¿Y qué aporta la mujer a un puesto de responsabilidad?

- El punto de vista femenino es tener más en cuenta el cuidado del entorno, por ejemplo, algo muy necesario en la vida profesional en todos los ámbitos. Y cuando una mujer en su puesto de responsabilidad actúa como mujer, es muy positivo, le da otro enfoque a las relaciones de trabajo. Y es igual de profesional.

- ¿A veces hay mujeres que actúan como hombres para ganarse el respeto?

- Desgraciadamente ocurre y no es lo que nos lleva a situarnos en el lugar que debemos estar. Sobre todo porque actuar como un hombres a veces no es lo más adecuado para llegar a consensos, está demostrado. Yo puedo ejercer mi trabajo desde el punto de vista femenino sin perder la autoridad ni la capacidad de tomar decisiones.

- ¿A las mujeres les cuesta el doble acceder a un alto cargo?

- Esto lo he hablado con muchas amigas. Hay que establecer una regulación, porque hay mucha tentación de dejarlas de lado. A mujeres con carreras ejemplares les cuesta llegar el doble o el triple que a un hombre. No han tenido la oportunidad de acceder a un alto cargo porque no se les ha dado la oportunidad. Ocurre en la administración y en las empresas privadas. Eso no lo podemos permitir.

- Y, en la faceta personal, se exige el 100%.

- Yo lo he vivido siempre así. Se nos exige mucho a nivel personal, familiar... Esa exigencia hace que nos cueste hasta la salud.