La Guardia Civil ha detenido en Navalmoral a un hombre acusado de utilizar certificados veterinarios falsos para vender animales por internet y garantizar de esta manera que no tenían enfermedades. La operación fue desarrollada por efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) que identificaron a un vecino de la localidad que llevaba dos años publicitando, a través de distintas páginas de internet, la venta y comercialización de mascotas.

El detenido vendía cachorros de las razas mastín español y labrador retriever, de lo que obtenía "importantes beneficios económicos", señaló la Benemérita, y realizaba los envíos a través de una empresa de transporte urgente en Navalmoral hasta diferentes puntos del territorio nacional.

Para garantizar que los animales no presentaban enfermedades infecto-contagiosas ni parasitarias y que habían sido sometidos a los tratamientos sanitarios y vacunaciones obligatorias, el detenido emitía un certificado veterinario oficial de sanidad animal, que solía acompañar a los envíos. No poseía titulación académica y oficial y en los certificados suplantaba los datos de carácter personal y profesional de un facultativo-veterinario en ejercicio perteneciente al Colegio de Veterinarios de Cáceres.

El detenido extendía los Certificados veterinarios oficiales, mediante los cuales acreditaba que los animales se encontraban en perfecto estado de salud, simulando, además, haber llevado a efecto el requisito de reconocimiento y tratamiento facultativos, previo a los actos de enajenación de los animales.

SIN REGISTRO Además, el hombre venía ejerciendo y operando "con total impunidad" como criador de aquellos animales destinados a la venta y comercialización, sin estar inscrito en el Registro de Núcleos Zoológicos de Extremadura y sin que los beneficios e ingresos económicos derivados de esas transacciones comerciales fuesen declarados ante la Agencia Tributaria.

Tras la obtención de las pruebas personales necesarias, testimonios de los agraviados y recopilación de documentación relacionada con el caso, la Guardia Civil remitió las actuaciones al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número Uno de Navalmoral, atribuyéndole al detenido la comisión de un supuesto delito continuado de falsedad documental, usurpación de funciones públicas e intrusismo.