El Ayuntamiento de Navalmoral de la Mata ha remitido a Adif -Administrador de Infraestructuras Ferroviarias- un informe en el que han trabajado los técnicos municipales para especificar los numerosos motivos por los que es necesario valorar desde el punto de vista técnico, económico y social la viabilidad del soterramiento de la línea de la alta velocidad Madrid-Extremadura, a su paso por la ciudad morala, al tiempo que se solicita que se haga ese estudio de viabilidad. El consistorio recuerda que estas acciones, entre otras, «son fruto del compromiso» adquirido por unanimidad de los grupos de la corporación municipal en un pleno a propuesta, en 2017, de la alcaldesa Raquel Medina. La Consejería de Transporte también apoya que se redacte dicho estudio.

Con estas nuevas gestiones, junto con la Asociación de la Construcción y la Plataforma No al Muro, sumadas a las múltiples reuniones, encuentros, alegaciones y mejoras conseguidas sobre el proyecto inicial, «desde el Ayuntamiento pretendemos que Adif revise un proyecto aprobado en unas circunstancias que nada tienen que ver con las actuales y estudie la posibilidad de soterrar la línea ferroviaria conforme a las alegaciones no presentadas en la década anterior», añaden.

Respecto al informe que han enviado a Adif incluye varios aspectos destacables para justificar la negativa a que la línea sea en superficie, entre los cuales se advierte de que la existencia de la barrera física que supone la línea en superficie entre muros «condicionaría el desarrollo urbanístico y económico de la ciudad». En especial, añade dicho informe, el futuro desarrollo del Proyecto de Interés Regional Los Viñazos que «se vería condicionado por la desconexión del proyecto de Adif con el nuevo residencial de viviendas sociales». También aseguran que el desarrollo económico de los comerciantes e industriales del entorno de la antigua N-V y la carretera de Jarandilla «se vería gravemente afectado al suponer el trazado de la línea en superficie el fin del comercio de proximidad».

Igualmente, alertan de graves consecuencias respecto a la movilidad y colapso del tráfico y una segregación de zonas con importante exclusión social para muchos ciudadanos. «La línea en superficie proyectada por Adif en el casco urbano segregaría de manera irreversible a casi un cuarto de los habitantes de la ciudad que quedan separados física y socialmente de manera definitiva, acrecentando la exclusión social de los barrios periféricos de la ciudad», resaltan los técnicos.

Finalmente, añade que hay que sumar que el proyecto inicial «genera una serie de infraestructuras y sistemas cuyo mantenimiento dependerá del ayuntamiento suponiendo unos gastos inasumibles, mientras que la infraestructura soterrada y su mantenimiento estará vinculada a la gestión exclusiva de Adif».