TYta tenemos nuevo presidente de Gobierno, nueva vicepresidenta y nuevos ministros. Casi todos los medios de comunicación se congratulan con la decisión de Mariano Rajoy , coinciden en que ha elegido buena guardia pretoriana. Claro que hay que tener en cuenta que la mayoría de los medios más difusivos inclinan su ideario hacia la derecha. A Rajoy, de seguro, no le faltará apoyo mediático. Eso, de momento.

Un ciudadano de a pie, como quien suscribe, no será quien juzgue la valía de los políticos y políticas a los que ha elegido Rajoy para enderezar lo torcido, y torcer lo derecho, si fuere necesario. Pero sí he notado demasiado énfasis aclamador en muchos analistas políticos capacitados, en teoría, para hacerlo; e incluso algún periodista de ideas ultraconservadoras ha comparado este gabinete con la, según él, "cuadrilla de ocurrentes y paniaguados que ha acompañado a Zapatero hasta el último momento". Ahora bien, cualquier ciudadano de a pie sabe que la política no es una ciencia exacta y que de nada sirven la sabiduría ni las buenas intenciones si la coyuntura juega en contra. Un político depende más de las circunstancias del momento que de sí mismo. Es fácil mejorar lo bueno, sin embargo es muy difícil hacer bueno lo malo, sobre todo si las condiciones no son propicias. Podemos recordar cómo Aznar impulsó una construcción masiva que creó miles de puestos de trabajo. Esto y las partidas de dinero recibidas de la UE reactivaron la economía de nuestro país. Zapatero se encontró el campo arado y siguió sembrando y cosechando con éxito durante sus primeros años de mandato, pero la tierra dejó de producir debido a una pertinaz sequía --el desmoronamiento repentino de la construcción que Zapatero debió haber previsto--, y en parte a erróneas prácticas, y no fue capaz de hacerla fértil de nuevo.

Nos encontramos ante trece políticos con excelentes currículos, dentro de un tiempo sabremos si son además trece magníficos políticos, o por el contrario trece políticos que no han sabido hacer más de lo que hizo la cuadrilla de Zapatero.