THte leído una revista misional y otra del mundo del colorín. Aquélla, profunda y áspera, por la pobreza que rezuma; ésta, frívola y superficial, por su vaciedad humana. la primera Mundo negro dice que sus gentes sólo pueden mirar, de lejos, la fiesta de los demás, sufriendo el degradante olvido por haber nacido en una tierra esquilmada. La fiesta es de los ricos, los occidentales, con sus mesas llenas de viandas, cuando los del Tercer Mundo sólo tienen unas migajas. Hasta nuestros contenedores de basura son signos de opulencia. Pero el absurdo se hace esperpéntico cuando nosotros nos entretenemos, a veces, con nimiedades y estupideces políticas. Por ello, se impone la pregunta: ¿Pasó para tales desheredados la Semana Santa con su dolor y sacrificio? La respuesta nos las darán esas pateras surcando el estrecho con sus despojos humanos, acercándose a nuestras costas huyendo de la miseria, del expolio y el tráfico esclavista, y buscando, a la vez, pan y dignidad. Se impone, pues, asumir aquello de Fui extranjero y me acogieron (Mt, 25,31, 31-56). Y es que, como afirmaba M.L. King , hemos aprendido a volar como los pájaros, y a nadar como los peces, pero no a vivir como hermanos...

*Doctor en Historia