Debido, entre otros factores y por desgracia, a la pandemia del coronavirus, se han reducido las listas de espera en las residencias de ancianos. Sería lógico aprovechar la situación para mejorar estos equipamientos y sus servicios. Por mi experiencia personal haciendo de acompañante, estas disponen de habitaciones mayoritariamente dobles y algunas individuales.

Quizá se podría priorizar habilitar más habitaciones individuales. Si un residente enfermara, por cualquier causa, tendría el confort y el calor de la privacidad, y a la vez estaría aislado del resto de residentes. Sería una medida importante para las personas mayores y su comodidad al final de sus días. Compartir habitación, con el residente que te toque, conlleva aceptar sus necesidades fisiológicas o psicológicas. Ya existen residencias con habitaciones individuales, pero, desgraciadamente, no están al alcance de todos los bolsillos.