WEw l Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) ha revocado el decreto de la Junta por el que se crearon, en marzo del 2007, las denominadas ´ciudades mixtas´, que en su momento fueron explicadas por el Ejecutivo autonómico como un modelo para atender a personas mayores o mujeres maltratadas en un espacio de integración. A la vista del decreto que desarrollaba esa figura, ´las ciudades mixtas´ eran más un proyecto turístico que social, puesto que las viviendas destinadas a que personas mayores o maltratadas estuvieran atendidas no constituían más que el 10% de las edificaciones; el resto eran para promover el turismo. Este hecho es lo que el TSJEx ha considerado ilegal. El tribunal también argumenta su rechazo en que, dado que se trataba de complejos turísticos, esa figura no cabía en los Proyectos de Interés Regional (PIR) a los que se acogía.

Es negativo para un gobierno que un tribunal eche por tierra cualquiera de sus proyectos. En este caso a la censura judicial debe añadírsele la política, puesto que las ´ciudades mixtas´ fueron ´vendidas´ a la opinión pública de modo distinto a como la Junta quería que fueran en realidad. Ahora, el presidente ha dicho que retomará ´la filosofía´. En este sentido, no hay más que felicitarse: si el revolcón del TSJEx sirve para orientar ese proyecto hacia el fin social pregonado, será bienvenido. También hay que felicitarse, paradójicamente, de la ineficacia de la Junta, que anunció hace dos años que tenía "una docena" de ciudades mixtas en estudio, pero ninguna se ha hecho, con lo que el mal es menor.