A día de hoy vivenciamos sin respiro, a todas horas y en los más diversos escenarios de lo cotidiano, la realidad silenciada de las consecuencias de la adversidad temprana en nuestros niños y adolescentes. La Asociación Petales España pretende abanderar la sensibilización y el efectivo reconocimiento de los derechos de los niños y niñas que sufren trastorno de apego. Hablamos de trastornos del neurodesarrollo que han pasado prácticamente desapercibidos para los profesionales de la medicina, de la psicología y de la psiquiatría. Prevenir y tratar la adversidad temprana en la infancia y el trauma infantil, debería ser una prioridad en todas las políticas públicas. Los estudios científicos que se van conociendo al respecto son cierta y desgraciadamente reveladores. La ciencia es clara. El maltrato o abuso físico o emocional en la infancia deja su impronta a lo largo de la vida. No solo aumenta exponencialmente la posibilidad de sufrir problemas de salud mental. Además de las consecuencias sobre las personas, también se conoce su incidencia sobre el gasto público en prácticamente todos los sectores (sanitario, educativo, pensiones por incapacidad, justicia, protección a la infancia, servicios sociales, etc). En España existen más de 70.000 adopciones y acogimientos. En Extremadura hablamos de una cantidad cercana a las 2.000. Sin contar con estudios serios que hayan abordado esta realidad, si se tiene la conciencia de la prevalencia de estos tipos de trastornos en la población referenciada.

Escenificada la cruda realidad a la que se enfrentan las familias, causa estupor comprobar el desamparo de aquéllas que pretenden ejercitar el reconocimiento de la discapacidad por trastornos de apego y otros trastornos afines. Sorprende sobremanera comprobar como cada Comunidad Autónoma hace de su capa un sayo. En Extremadura el criterio seguido hasta la fecha ha sido sumamente restrictivo, siendo así que se han denegado por el CADEX un buen número de solicitudes de reconocimiento del grado de discapacidad de estos niños y niñas. Con este posicionamiento de la Administración autonómica se estaban hurtando a las familias unos recursos asistenciales (tratamientos psicológicos, terapéuticos, de salud mental) tan necesarios para el bienestar del menor, además de suponer un esfuerzo y quebranto económico inasumible. No se sufre ni se padece de adversidad temprana, de lo que se sufre y padece es de discriminación, falta de apoyos y recursos.

En nuestra opinión, poco mas puede decirse quizás al respecto sin caer con ello en posiciones excesivamente voluntaristas alejadas de la realidad del tiempo presente que nos ha tocado vivir en materia de reconocimiento de la discapacidad de nuestros hijos e hijas y de su integración real en la sociedad sin exclusiones discriminatorias. En definitiva, los pasos dados hasta el momento no constituyen si no el inicio de una larga andadura en pos de una adecuada aplicación de las previsiones establecidas en la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad de Naciones Unidas que hagan agible los deseos de las familias adoptivas y acogedoras. En aras al reconocimiento de esos derechos, no podemos obviar el papel que están llamados a desempeñar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) pergeñados en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Aprobada en una cumbre histórica de las Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2015, en ella se instituyen 17 objetivos para transformar nuestro mundo. Baste mencionar, entre ellos, la reducción de las desigualdades, la salud y el bienestar, la educación de calidad, el trabajo decente y el crecimiento económico y las alianzas necesarias para lograr dichos objetivos. Es así que Petales España estará vigilante a la hora de que se doten de medios suficientes a los equipos de profesionales que han de acompañar a las familia. Bajo esta premisa defendemos que la única discapacidad realmente peligrosa está en el cerebro de quienes creen que ser diferentes es ser menos.

*Vicepresidente de Petales España (Asociación de Ayuda Mutua de Padres, Familiares y Afectados de Trastorno de Apego).