Sólo por ver lo felices y a gusto que están nuestros hijos practicando natación, tan sacrificada y a la vez tan gratificante, para ellos y para nosotros, hacemos lo que sea necesario: adaptamos como podemos nuestros horarios a los suyos, madrugamos los fines de semana para llevarlos a entrenar muy tempranito, hacemos un desembolso económico anual muy considerable, entre cuotas, material, gasolina, etcétera, y a los responsables del deporte sólo se les llena la boca de propaganda en los medios de comunicación, con grandes palabras acerca de la promoción del deporte y bla, bla, bla, pero, a la hora de la verdad, todo son pegas, burocracia, promesas, etcétera. Señores políticos: obras son amores o por vuestras obras os conocerán.

Cuatro piscinas climatizadas en Cáceres y el único club de natación de la ciudad, Los Delfines, puede desaparecer por no poder entrenar en unas condiciones medio aceptables. Si alguien lo entiende que lo explique. Lo del Perú, el negocio del siglo: suelo gratis, toda clase de facilidades y ahora gestión enteramente privada. Así es sencillísimo hacerse una piscina, como le reclaman algunos al club para que se la hagan ellos solitos, como en otras comunidades, pero Los Delfines son lo que son: un club muy modesto y no los grandes empresarios de Cáceres. ¿Y dónde queda la labor inmensa que, como otras muchas entidades modestas, están haciendo por los niños y jóvenes de Cáceres? Lo de la Laboral sólo tiene un nombre: la más absoluta desidia; ¿en qué cabeza humana cabe que te propongan dejarte como nueva tu piscina sin que te cueste ni un duro y digas que no? El responsable de esa decisión debería estar inhabilitado para gestionar fondos públicos.

Somos el único club de natación en Extremadura que paga por las instalaciones: eso sí que es un agravio comparativo. Y estamos hablando de deporte base: niños de 12 y 14 años que, para no interferir con el horario al público de las piscinas, salen de entrenar pasadas las 23 h., algunos incluso vuelven a entrenar a las seis de la mañana y a las nueve ya están en el instituto. Y a pesar de todas las dificultades, como la cosa funciona, cada año hay más niños interesados en entrar en el club. Por supuesto, la guinda al trabajo y al sacrificio son los muchos éxitos obtenidos, el último de ellos un campeón de España infantil conseguido el pasado domingo.

Los políticos, los de ahora y los de antes dejan mucho que desear en materia deportiva. Dinero a espuertas para unos pocos supuestos profesionales, que nada tienen que ver con nuestra ciudad y que vienen a llevárselo crudo, y el deporte de los cacereños abandonado a su suerte. Eso sí, cuando los modestos, a pesar de las dificultades, han conseguido éxitos de importancia, rápidamente se han puesto en la foto, cuando todos sabemos que han hecho muy poquito por ayudarlos realmente.

Javier Benavides **

Cáceres