Para gustos colores significa que cada ser humano es libre de pensar y opinar lo que quiera. El único límite de esta sentencia es la libertad de pensar y opinar de otro ser humano. Para gustos colores. Como colores tiene la bandera arcoíris, que simboliza la diversidad, la inclusividad y el respeto a la diferencia. Una bandera que arropa en todo el mundo el orgullo lesbico, gay, bisexual y trans desde 1978. Cada año, con motivo del Día del Orgullo Gay, el 28 de junio, millones de banderas arcoíris ondean para celebrar la diversidad afectiva y sexual. Porque aún queda mucho por recorrer en el camino del respeto a que cada uno pueda amar libremente, sin ser medido o calificado por su condición sexual, que solo atañe a cada uno. Muchas instituciones enarbolan ese día la enseña arcoíris en señal de respeto a la diversidad.

Desgraciadamente no faltan polémicas, que siempre obtienen una respuesta justa de los defensores de las causas justas. Ha ocurrido este año en una localidad donde el ayuntamiento retiró la bandera arcoíris del balcón del palacio consistorial a petición de varios vecinos y la respuesta inmediata de numerosos ciudadanos fue colocarlas en los balcones de sus viviendas. También la hubo porque la Guardia Civil utilizase el arcoíris ese día en su perfil de las redes sociales. Polémicas por parte de los intransigentes de siempre. Y en Badajoz no han faltado las discrepancias, no en el fondo sino en las formas, por motivos un tanto vacuos, pero suficientes para enfrentar al equipo de gobierno y a los socialistas, porque ambos lo han buscado y lo han permitido. Saltó primero el PSOE el domingo porque había echado en falta en la balconada del ayuntamiento la bandera arcoíris. No tardó el gabinete de prensa en enviar el lunes una nota de prensa acusando al PSOE de mentir y de hacerlo para desprestigiar a la institución, de la que forma parte como el resto de grupos municipales. Hablaba el comunicado de «falsas acusaciones», porque aseguraba el equipo de gobierno que la bandera había sido colocada y acompañaba el texto de varias fotografías como prueba irrefutable de esta verdad. A qué mala hora se le ocurrió a alguien.

La bandera colocada en la fachada pasaba desapercibida, porque no lucía en la balconada central, donde sí estaba la que rinde honores al CD Badajoz, para animar al equipo local de fútbol en su escalada hacia el Olimpo del deporte nacional. La banderita multicolor colgaba desde la pequeña ventana que da a la plaza de España del despacho del grupo Ciudadanos, que forma parte del gobierno municipal, pero no es la sede del gobierno municipal. Había sido una acción de partido, no institucional. Desde el grupo de Cs, sin ceremonias, se desplegó, si se puede utilizar este verbo para describir el acto de desdoblar una enseña tan pequeña. De hecho, en las redes sociales del ayuntamiento ni del alcalde apareció ese día mención alguna a la bandera colocada en la fachada del ayuntamiento. Así se lo hizo saber el PSOE en la respuesta, a su vez, al comunicado del gabinete de prensa. Hubo incluso algún concejal del PP que en las redes sociales pidió a los socialistas que se disculpasen.

Seguramente fue un olvido, perdonable, el motivo por el que no hubo pronunciamiento institucional por parte del ayuntamiento con motivo del Día del Orgullo. Quizá el PSOE en lugar de denunciarlo en la prensa debería haber avisado antes a los responsables para evitar el desaire. Pero tal como están de enquistadas las relaciones, ni uno ni otro supieron estar a la altura. Si de verdad creen que es importante -y estoy segura de que así es- no tendrían que haber entrado al trapo. Que no es tal, sino bandera.