El Papa Benedicto XVI ha dicho que la Humanidad debe "protegerse" de los homosexuales, los cuales, según el Sumo Pontífice, viven en contra del espíritu creador de Dios. De ahí a la demonización de la conducta homosexual no hay más de un paso que el Papa, como representante de una religión que defiende que todos los hijos de Dios tienen posibilidades de salvación, no ha debido dar.