Desde hace meses, un grupo de vecinos del casco antiguo estamos luchando por un proyecto que necesita este barrio de Badajoz: la transformación del mercado de Santa Ana, totalmente ruinoso, en una biblioteca infantil y hemeroteca de adultos. Es una iniciativa independiente, puesta en marcha por ciudadanos cuyo único objetivo es hacer de esta zona un lugar cada día más acogedor y habitable; un lugar del que nuestros hijos se sientan orgullosos y en el que encuentren todo lo que necesiten.

¿Por qué una biblioteca? ¿Pero es que lo niños leen? Sí leen, y mucho, sobre todo cuando tienen libros cerca que puedan tocar, hojear, explorar, beberse de cabo a rabo o quizá dejar a la mitad; lo importante es que se familiaricen con ellos, que vean a otra gente leer. ¿Para quién más serviría? Para que los chicos y chicas se encuentren allí y lean juntos, se ayuden, tengan la cultura (desde las enciclopedias hasta las revistas o internet) al alcance de la mano, para que sepan que su ayuntamiento les tiene en cuenta ahora como jóvenes y como los adultos que serán. ¿Y los mayores, qué? Pasarían sus buenos ratos leyendo la prensa, sintiendo que la ciudad les ofrece un lugar de tranquilidad, sabiendo que el Badajoz que ellos conocieron no se ha perdido por completo.

Quedan los adultos: para nosotros, tener una biblioteca en el barrio es señal de prosperidad, una manera de arraigarnos más aún aquí. Sobre todo, quizá, por una cuestión muy sencilla: nuestro hijos estarán leyendo, aprendiendo, en el mismo lugar donde nosotros, chicos como ellos, íbamos a hacer los recados de la casa: el mercado de Santa Ana. Si se hace una biblioteca allí, uniremos el pasado con el futuro. Así, como está ahora, sólo es un triste barco abandonado.

No pedimos mucho, pero sobre todo pedimos algo que se nos puede dar. Ojalá sea sí.

Luz M. Moralo Aragüete **

Badajoz