Victoria no sabe que se llama Sebastián y que llegó un día al portal de su casa, abrió el buzón de correos y se encontró un pequeño tríptico publicitario de un restaurante chino, una carta de telefónica, y otra carta un poco más grande en la que, aparte de sus señas, pudo leer una palabra escrita en mayúscula con hermosas letras rojas: Urgente. La impaciencia le venció y abrió el sobre en el ascensor. Este guardaba un documento en el que se le comunicaba que era candidato, junto a un reducido grupo de personas de su ciudad, para recibir uno de los siguientes premios: un apartamento en la Costa del Sol, un coche, o un viaje de ocho días de duración en una playa caribeña. Para acceder a uno de estos premios debía personarse acompañado de su señora ese mismo día, con el documento que acababa de recibir, a partir de las diecisiete horas, en el hotel que se reseñaba. Lo comentó con su mujer y ambos pensaron que se trataba de un camelo, pero aún así, decidieron presentarse en el hotel a la hora indicada, sólo por curiosear. ¿Qué perdían?

XEN EFECTOx, el sobre que había recibido Sebastián era un reclamo para ofrecerle una seductora forma de inversión. Se trataba de comprar unas participaciones de una empresa inmobiliaria que construía apartamentos en la Costa del Sol. El comprador tenía garantizado una serie de ganancias anuales, según las participaciones compradas, y además una estancia gratuita de quince días todos los años en verano en uno de los apartamentos que la empresa ya había construido en la Costa del Sol. En principio Sebastián se mostró reticente, pero después de una larga charla con el oferente, quien aportó una serie de datos que parecían garantizar la veracidad de lo ofrecido, decidió invertir tres mil euros. Transcurrido un año, los tres mil euros de Sebastián habían rentado un cinco por ciento y había disfrutado gratuitamente de un apartamento en el mes de agosto en Fuengirola. Viendo tales beneficios, invirtió más dinero e invitó a invertir a su amigo Marcelo , quien hizo lo mismo con su prima Matilde , quien a su vez lo recomendó a su cuñado Ernesto , que hizo lo propio con su vecina Victoria .

Han transcurrido cuatro años desde entonces y esta semana a Victoria le han comunicado que la empresa inmobiliaria está en bancarrota y sus máximos responsables han huido del país, por lo tanto seguramente pierda los cinco mil euros que invirtió. Recuerda Victoria el día que su vecino Ernesto le recomendó que destinara parte de sus ahorros a comprar participaciones de esa extraña empresa, recuerda sus primeras ganancias y sus primeros quince días en el apartamento de Torremolinos. Recuerda mejor el momento que comentó su sensacional inversión con su amiga Lourdes y la convenció para que también participara.

No puede dejar de pensar que ha sido engañada por Ernesto, y a su vez ella se siente culpable por haber engañado a Lourdes. Tiene la sensación de que en realidad venimos al mundo para engañarnos unos a otros. Pero no, enseguida se dice que en el fondo tampoco es justo pensar eso.

*Pintor