TNto soy yo, como Antonio Gala , de las que culpa de todo a los curas y admiro muchos de sus heroicos testimonios, a pesar de que no me deleite Benedicto ni la tremenda historia de la Iglesia. Y es que los obispos --una echa de menos la misma agresiva campaña en defensa de las mujeres maltratadas o las víctimas de ETA que del nasciturus-- saltan con ira santa cuando se pisa un terreno que creen suyo y sólo suyo por legitimación divina. Ocurrió de modo injustificado con la asignatura de Educación para la ciudadanía y ahora de modo justificado ante esta reforma de la Ley del aborto con tufillo a maniobra de distracción para ocultar a los ciudadanos la crisis aterradora --Krugman dixit-- instalada ya en la vida cotidiana familiar y que amenaza con una primavera caliente. Dicha reforma para nada es un clamor social pero las recomendaciones de ese curioso comité de expertos sí han hecho saltar muchas alarmas, entre ellas la mía. Considero disparatado que las niñas puedan abortar desde los dieciséis años por razones obvias que avergüenza repetir. Y me perturba mi paz que en nombre de la mujer y de no sé qué feminismo se defienda el aborto libre y se infiera que las no abortistas no somos tampoco feministas, queremos acabar con el lince, mantener las matanzas de focas monje y ver en la cárcel a toda pobre mujer que tenga que pasar por ese horrible trago. Pero desde que el mundo es mundo un animal es un animal y un ser humano un ser humano. Y si entre mis prioridades no está la defensa del toro bravo sí lo está el reivindicar urgentemente en defensa de la dignidad de la mujer una educación sexual preventiva de la lacra del aborto y nimiedades tales como a igual trabajo igual salario o que una viuda no reciba de pensión menos de la mitad de lo que cobraría su marido si la muerta fuera ella. Ahí tiene trabajo Aído . No comparto que alguien pueda decidir sobre la vida de un ser independiente aunque lo lleve en la tripa y nunca creí en el repetido "nosotras parimos, nosotras decidimos" o en el más moderno y simplista "nosotras ...ollamos, nosotras abortamos".