Miedo me da elseñor con bigote

Miedo me da acordarme de un señor con bigote que gobierna un país al parecer muy orgulloso de su bandera cuando veo películas como El pianista . Parece mentira que el hombre caiga de nuevo en los mismos errores y de manera tan rápida. Más de media Europa vuelve a estar gobernada por fascistas enmascarados en democracia. Me río de estas democracias. Entre pocas opciones puede elegir un votante maniatado por los medios y llevado como un títere a las urnas.

También me hace temblar ver cómo se borran del mapa sin más explicaciones aquellos derechos y libertades por los que tanta gente luchó y murió. Estamos dando pasos atrás de manera vertiginosa y nadie parece darse cuenta, o es que nuestra apatía muere en nuestro sillón mientras nos tragamos toda la comida que cae en nuestras manos. Hay que denunciar lo que no es justo, a quién representan los políticos. Desde luego que a mí no.

Poca esperanza queda ya, un simple televisor nos domina. Podría ser un buen medio para educar a la gente. Pero después de Caiga Quien Caiga ya no quedan programas decentes en antena. Ha sido un placer poder expresarme, ¿libremente?LUIS DAVID RIVERO MORENO. Cáceres

A JoséAntonio Polo

Estimado señor Polo:

Respecto a mi carta en este periódico del 30 de diciembre y su contestación del 2 de enero he de aclarar que mis quejas no van dirigidas al equipo del Restaurante Atrio, el cual tuvo un comportamiento muy correcto, sino a usted en particular.

Como empresario que ofrece un producto, debería saber que existen dos tipos de calidad, la calidad en el producto que ofrece , del cual no tengo nada que objetar, y la calidad percibida y es aquí donde radica mi queja; en su trato incorrecto, inadecuado e ineducado y en un tono fuera de lugar en el momento en que entramos por la puerta de su restaurante y después de comunicarle que seríamos dos personas menos a cenar.

Como me educaron a pedir disculpas cuando me equivoco, evidentemente me disculpé porque no le avisé con tiempo. Cinco minutos antes de entrar en su casa, se produjo otra baja y de ésta no podía avisar con antelación. Sinceramente don José Antonio, ¿cree que eso justifica sus malos modos?, yo creo que no, de todas maneras es mi opinión.

En mi carta señor Polo en ningún momento digo que el cliente siempre tenga la razón, sino que la atención al cliente está por encima de todo, que es muy distinto, o ¿no ve la diferencia?

Yo no soy extremeña, pero siempre he valorado su empresa. Prueba de ello es que hace 14 años organicé una cena en su casa para 35-40 personas y que a lo largo de estos años he acudido siempre que he podido e incluso lo he recomendado constantemente. Por eso y por valorar su esfuerzo, aún no salgo de mi asombro y de ahí mi decepción.

Si la política de su casa es servir los menús concertados, me parece justo, pero podía haber hablado conmigo en privado y seguro que lo hubiéramos solucionado para no tirar la comida (si es que tuvo el valor de hacerlo) y para que usted no perdiera.

Me reitero en mis palabras y continúo diciendo que fue una total decepción y que esta situación es una pena.ALICIA SASTRE QUINTANO. Cáceres

No enmi nombre

A principios del siglo XIX España sufrió una de las guerras más terribles, con episodios tan crueles como los del 2 de Mayo o el asedio a Zaragoza. Sólo en Zaragoza murieron 50.000 españoles, una gran parte de la población zaragozana. Entre el 36 y el 39 un huracán asoló la península dejando medio millón de muertos. Tuvimos otras guerras entre tanto en las américas con múltiples bajas.

Los españoles creemos que las armas nunca nos ayudarán a resolver conflictos, y creo que estamos convencidos de que no queremos apoyar a EEUU en su política imperialista. Pediría a Aznar que reconsiderase la decisión que toma en nombre de tantos españoles, ya que estoy convencido de que España es un país que cree en la paz, y si España va a la guerra, que me digan dónde tengo que firmar para dejar de ser español.MIGUEL BLANCO OTANO. Badajoz