RECONOCIMIENTO

Gracias por las jornadas municipales de Ajedrez

Raquel de San Macario

Cáceres

Quiero desde estas líneas felicitar a toda la organización de las IV Jornadas Municipales de Ajedrez San Jorge, celebradas el pasado domingo en el palacio de los Golfines de Arriba en Cáceres. Gracias a Nacho, Marc, Enrique, Andrés (perdón si me falta alguno), al Club Ateneo de Cáceres, a todos los que de verdad vivís el ajedrez y que sabemos lo hacéis desinteresadamente ¡Sois, unos auténticos fenómenos!

Más de 150 niños inscritos, padres, familiares... y no faltó nada.

Conseguisteis adaptar un recinto (un restaurante) en una sala de juego, cumplisteis el horario, merienda para cada participante, atendíais a los niños, escuchabais a los padres (tarea nunca fácil)... en la entrega de premios, ibais nombrando a cada participante, ¡os podéis imaginar la cara de los niños según se iban acercando a la mesa!... y todo sin perder la sonrisa en ningún momento.

Mi más sincera enhorabuena, lo hice personalmente, pero quiero con esta carta, un reconocimiento más público; porque normalmente son unos los que trabajan y otros los que se fotografían.

EL ´EXTREMEÑO´ NO EXISTE

Invencionessin rigor filológico

A. Cacereño y 9 firmas más

Correo electrónico

No podíamos salir de nuestro asombro. Entendíamos que la defensa de bienes inmateriales era aceptable si existía siquiera un breve reflejo de ellos. Pero la osadía de algunos por crear artificialmente lo que nunca existió no tiene límites.

Publicó hace unos días un importante diario de tirada nacional una breve noticia sobre la inauguración de la versión en extremeño de un conocido portal de internet que basa su existencia en el libre intercambio de conocimientos. Aun aceptando la premisa de que las redes mundiales albergan los más variopintos contenidos, como estudiantes de Filología nos hemos visto obligados a hacer algunas matizaciones.

Creen algunos que la mejor defensa de nuestra tierra es la invención sin rigor histórico ni filológico de un dialecto extremeño que nos sitúe a la misma altura que el resto de comunidades autónomas con dialectos reconocidos. El extremeño es una modalidad de habla del castellano con influencias leonesas, portuguesas, andaluzas y del español meridional en su generalidad, pues agrupamos bajo esa denominación todas las variedades que del castellano se hablan en la región extremeña, ya que no es lo mismo la pronunciación de Madroñera que la de Badajoz, o el léxico de Las Hurdes que el de Guareña, las construcciones morfosintácticas de Cedillo y de Plasencia, o la entonación de Cáceres y la de Badajoz. Además, algunos rasgos fonéticos como la neutralización de l/r implosivas distancian a las dos provincias: la l es más propia de Cáceres, por influjo del leonés, y la -r de Badajoz, por influjo del andaluz. Así, escuchamos en la provincia cacereña el término peol y, en Badajoz, borsa .

Los filólogos, como científicos, trabajamos con hechos como los antedichos, comprobables, que permiten afirmar que no existe el extremeño; mientras que aquellos que se creen con un poder superterrenal los obvian para adaptar sus premisas a connotaciones políticas o de cualquier índole, a excepción de la puramente lingüística.

Nosotros, estudiantes de Filología Hispánica de la Universidad de Extremadura, manifestamos que la generalización que se hace de las hablas extremeñas es injusta y anticientífica por una razón fundamental: la inclusión indiscriminada de léxico y construcciones propias de cada localidad, que conforman un maremágnum incomprensible para los propios extremeños.

Escritores como José María Gabriel y Galán, que se toman como autoridad (ya del siglo XIX) en el ejercicio del extremeño, nunca hablaron de tal forma; su poesía, al margen de su valor artístico, pasa por una mera recreación literaria.

Por todo ello, y sin dejar de lado las rigurosas investigaciones que sobre el tema han publicado profesores del Departamento de Filología Hispánica y Lingüística General de la nuestra Universidad o de otras, expresamos que inventos como el extremeño o la Güikipeya no hacen sino fomentar la mala imagen cultural que Extremadura ha sufrido a lo largo de la historia y que ahora, con grandes esfuerzos, intentamos superar.

Estudiantes de 3.º Filología

Hispánica de la Uex.

LA CULTURA DEL REALITY SHOW

El impresentable

Risto Mejide

Javier Caso Iglesias

lasencia

No soy un consumidor de televisión. Opino que el mejor estatus, que como ciudadanos debemos otorgarle a la televisión que actualmente se produce en este país, es el de tenerla en OFF = Apagado.

Me entero por la repercusión que ha tenido en la prensa escrita de la humillación macabra que un mediocre publicista y mendicante de trabajo por las televisiones llamado Evaristo Meixide y rebautizado artísticamente, perdón, habría que decir bufonísticamente como Risto Mejide (pues de eso se trata de un obsceno bocazas) ha llevado a cabo hacia la concursante Patty García Méndez de Operación Triunfo.

A qué demente se le puede ocurrir decir en antena, cuando los índices de audiencia superan los 3.000.000 millones de telespectadores, "¿A alguien más se le ha muerto el canario?" para referirse en plan de mofa al fallecimiento de la abuela de la citada concursante de Operación Triunfo.

Si en televisión todo vale, pues como dice el impresentable Evaristo Meixide The Show Must Go On (el espectáctulo debe continuar , no nos extrañe luego que esos valores se instalen en la sociedad y con el tiempo ocurra, como ya sucede en los Estados Unidos, que alguien sea capaz de empuñar un arma y disparar sobre los inocentes alumnos de una escuela infantil con el único propósito de ser protagonista por un día de un programa de reality show.