Luz ytaquígrafos

Javier Arenas ha vertido públicamente graves acusaciones hacia miembros del PSOE e IU. Decía el hombre que una serie de individuos pertenecientes a ambos partidos habían participado en las manifestaciones atacando a las sedes del Partido Popular. Cuando se acusa a alguien de algo, deben aportarse pruebas de que eso ha sido así; lo contrario es algo comprendido en el Código Penal.

Arenas, al darse cuenta de la gravedad de sus acusaciones, quiso dar marcha atrás diciendo que lo que él exigía eran "responsabilidades políticas".

Los acusados, como no podía ser de otra forma, han interpuesto, de forma individual, querellas ante el Juzgado de lo Penal por injurias y calumnias, y piden además de la retractación pública, 500.000 euros por persona, que serán entregados para ayuda a las víctimas iraquís.

La opinión pública debe estar muy atenta a la forma de actuar de los jueces. Si Arenas tenía razón y aporta pruebas, que el peso de la ley caiga sobre quien así actuó.

Si Arenas no aporta pruebas, la opinión pública debe estar muy atenta sobre la forma de actuación de los jueces. Debe castigar a quien calumnia e injuria y debe existir luz y taquígrafos sobre quién es quién en cada caso en la judicatura española y su forma de actuar ante el delito.JOSE ANGEL MARCELO DE AZA

De Cáceresde toda la vida

Es normal que el PP esté tardando tanto en sacar su lista. Ser de Cáceres de toda la vida, como certifica el eslogan de la foto de Saponi (un tanto demacrada y retocada que recuerda a la de Fraga) huele a rancio y a carca. Ser de Cáceres de toda la vida es un mensaje excluyente.

Excluye a los universitarios que estudian en Cáceres sin haber nacido aquí; excluye a los residentes de las pedanías y barrios periféricos de Cáceres, porque no son zonas nobles; excluye a los trabajadores de los polígonos industriales, muchos de ellos residentes en ciudades dormitorios por la nefasta política de vivienda del PP; excluye a los inmigrantes o a los Erasmus; excluye, en definitiva, a los miles de cacereños que nos sentimos ciudadanos del mundo y que deseamos aprender día a día de la música, de la cultura y de las gentes.

Repudia, además, a los cacereños que no viven en Cáceres. Es muy peligroso que el partido que gobierna Cáceres alimente esas diferencias, y que quiera dar a entender la casta y la hombría machista y conservadora que supone "ser de toda la vida de Cáceres".FRANCISCO HURTADO MUÑOZ. Cáceres

Contrael olvido

Por mucho que algo nos impresione, el tiempo se encarga de borrarlo todo, o casi todo.

En estas últimas semanas en las que la sangre, las amputaciones en niños y adultos, los rostros de dolor que dejan la pérdida de los seres queridos, las caras de los que justificaron la invasión ilegal e injustificada de Irak, se me aparecen repetidamente golpeándome brutalmente la retina.

Quiero distanciarme definitivamente de los que manipulan el lenguaje utilizando eufemismos como "libertad duradera" por "invasión ilegal y masacre", o "efectos colaterales" por "asesinatos de niños", o "guerra de liberación" por "guerra para el control del petróleo", etcétera.

Es seguro que el impacto que el horror nos produce vería de forma diferente dependiendo de la sensibilidad de cada uno y del posicionamiento que se haya tomado sobre el conflicto.

Me gustaría que estas imágenes (sangre, amputaciones, dolor y lágrimas) golpearan insistentemente, hora tras hora, días tras día, semana tras semana, mes tras mes,... las conciencias (si la tienen) de los que las hicieron posible justificando la guerra, pues de esa misma manera, y mucho más intensamente se siente el dolor por los seres queridos cuando se nos arrebatan miserablemente: hora tras hora, día tras día, semana tras semana, mes tras mes,... ya que los seres queridos no se olvidan. Imágenes que deberían perseguir de por vida a los salvamundo y a los que les apoyan. Y cuando todo pase --espero que sea muy pronto-- que los que estuvimos radicalmente en contra de la invasión, no olvidemos quiénes estuvieron en la otra parte.

¡Y a propósito!, ¿a qué espera la Iglesia para excomulgar a Aznar? Su Dios no puede ser el mío.JOSE ANTONIO VEGA GONZALEZ. Mérida