GUERRA

Niños y violencia

Carla Arias

¿Qué le respondes a un niño que pregunta por qué en la tele salen ciudades bombardeadas y hay niños en la calle con dos tiros en la cabeza? Estamos haciendo de nuestros hijos testigos de esta era cruel y violenta. Los acostumbramos a vivir con miedo y los hacemos crecer demasiado deprisa. Antes, tus peores enemigos eran tus hermanos, primos o vecinos, con los que jugabas, y guerra era un juego de cartas. El dolor más fuerte que sentías era el de tus codos rascados por haber caído de la bici y adiós era solo hasta mañana.

FAMOSOS

Muertes que valen másque otras

María Aguilera

Estos días nos han bombardeado con decenas de artículos, noticias y especiales de TV sobre el fallecimiento de Johan Cruyff. Se le han aplicado apelativos superlativos, se ha hablado de sus logros como si fueran galácticos, se ha debatido qué se debería hacer para honrarle debidamente, se han incendiado las redes sociales, etcétera. En fin, el mundo se ha hundido bajo el peso de esta noticia y, queramos o no, todos nos hemos enterado de la tristeza, muy respetable, de la familia Cruyff, ya sea en televisión, en los diarios, en el telediario, por la calle, en el trabajo o en el bar. Y resulta que ayer, por accidente, descubrí que Umberto Eco murió este pasado febrero y yo, ya fuera porque ese día no abrí el periódico ni vi la televisión, no me había enterado. ¡Umberto Eco! Es evidente que la noticia de la pérdida de este erudito, de este soberbio escritor, de este pensador incansable de trayectoria demoledora hasta para los más exigentes, no tuvo el poder de paralizar el mundo. Supongo que pocos entenderán mi desaliento, mi decepción, mi shock ante tamaña constatación. Muy mal va una sociedad si la pérdida de un futbolista impacta mil veces más que la de alguien que se preocupó por desarrollar su pensamiento.

CUBA

Irrelevancia de España

Francisco Javier España

Si tuviéramos que elegir un refrán para definir la política exterior de un país sería: "Recogemos lo que sembramos", y esta reflexión me viene al pelo para definir la irrelevancia de España en la nueva andadura internacional de Cuba después del cambio radical impuesto por Obama en las relaciones con EEUU. Solo nos queda asumir el mea culpa y pedir la cabeza de los que hicieron de España el adalid de las políticas más ultraconservadoras de la disidencia cubana radicada en EEUU. El efecto Carromero nos va a pasar factura, pero en breve echaremos de menos aquella política de acercamiento paternalista a la isla que nos dejara Manuel Fraga. Ver para creer.