LA JUSTICIA

El ministro Catalá, máquina de fango

Verónica Castro Mulder

Madrid

El perro pequeño ladra por miedo a que le pisen. Pero el perro grande que ladra lo hace abusando de su fuerza, para meter miedo. El ministro Rafael Catalá ladra cada vez más sin razón, --a diestro y, sobre todo, siniestro--, convirtiéndose --como dice un periodista-- en una verdadera "máquina de fango".

Abusa de su puesto para ridiculizar o incluso calumniar a sus adversarios políticos acusándoles sin pruebas de todo, incluso de convivencia con los terroristas. Como llegó a ministro --y de Justicia, para más ironía-- en premio a sus mentiras para encubrir las responsabilidades de su partido en la gran tragedia del tren Alvia en Santiago, quizá espere ahora alcanzar, a base de calumnias, suceder a su ya tan desprestigiado presidente, Mariano Rajoy.

EN MERIDA

El mal uso del alumbrado público

Justo Díaz Seguro

Mérida

Desde hace algún tiempo y, sobre todo, desde la firma del Ayuntamiento de Mérida gobernado por el Partido Popular con una empresa cediendo por 25 años el alumbrado público de la ciudad de Mérida, he observado que el encendido vespertino y el apagado matutino se realiza cuando aún es casi de noche, lo que implica que hay poca visibilidad en las calles.

Un peligro para los viandantes y para la seguridad en la calle. El alumbrado público es un servicio público lo gestione quien lo gestione y el beneficio para una empresa privada debe ser por una mejor gestión no por acortar las horas de alumbrado cuando aún es necesario. No entreguemos las decisiones de los recursos públicos a entes privadas sin control, de ahí se genera el principio del fin.