CAMPAÑA CENSURADA

Delgadez enfermiza

Ariadna Romeu

Amante y profesional de la dirección de arte, de dar forma y color, me gustaría estar lejos de este mundo cuando se publican anuncios, como es el caso de la última campaña de Gucci, con modelos extremadamente delgadas. Algunos me dirán que es arte, que en este mundo todo vale, que la estética o la esencia prevalece y puedo entender que se busque la transgresión. Soy la primera en defender la creatividad en estado puro, pero eso, no. No creo que ninguna pieza de ropa, colonia, ni joya se pueda permitir la licencia de poner modelos de tales extremos. Modelos que posteriormente se convertirán en referentes para muchos. Por encima de todo, de cualquier profesión, también de la publicitaria, está la ética y la responsabilidad social.

FUTBOL

Conductas miserables

Angel A. Jiménez

Las imágenes de un árbitro valenciano de Primera Regional perseguido por un numeroso grupo de personas me han provocado un profundo pesar. La figura del árbitro en muchos partidos de fútbol no es tratada como lo que es: la máxima autoridad. Llevo tiempo afirmando que el fútbol es un muestrario de conductas miserables. Un bello deporte, muy popular, que podría ayudar con su ejemplo a mejorar el mundo, pero que no deja de asombrarnos por lo negativo. Creo en el ser humano y creo en el fútbol como un medio, uno entre infinitos, para ofrecer nuestra mejor versión. El fútbol tiene que cambiar. El mundo tiene que cambiar y lo haremos. Y creo que hay mucha gente del fútbol deseando aportar algo a ese gran cambio que la razón y el corazón nos demandan.

SACRIFICIO DE ANIMALES

Maltrato en mataderos

Oscar Pujol

Las atrocidades perpetradas en los mataderos franceses son una infamia para los trabajadores, empresarios y administraciones implicados y una vergüenza para los consumidores. Cuando el director de una de las instalaciones culpa, en parte, al ritmo de trabajo, está haciendo una dramática radiografía de hasta donde llega nuestra garganta insaciable y terca, que es capaz de inducir la matanza sistemática, indiscriminada y cruel de cientos de millones anuales de seres vivos sensibles. ¿Alguien cree que la superproducción aberrante de viandas que se amontonan en nuestros establecimientos alimentarios es compatible con el bienestar de las pobres bestias? Tal vez en nuestros mataderos la praxis no sea tan escalofriante, pero seguro que no se queda corta. Aquí no hay culpables, pero (casi) todos somos responsables.