El intenso ritmo de desarrollo que España ha experimentado en los últimos años ha impulsado su crecimiento económico y social como nunca en su historia, e indirectamente ha generado tensiones con el medioambiente. Uno de los medios naturales más afectados han sido nuestros ríos, que durante décadas han sido adaptados por el hombre a sus necesidades entendiendo que esa era su función y que su posible deterioro era el precio indiscutible que había que pagar por el progreso.

Esta actitud nos ha llevado a la situación actual: los cultivos han llegado hasta la orilla de los cauces, éstos han perdido su trazado natural con las obras de acondicionamiento de sus cursos, y se ha producido un aumento de la demanda de agua.

Por otro lado, de un tiempo a esta parte los ciudadanos se muestran cada vez más preocupados por el medioambiente y exigen a la Administración políticas activas que aborden el problema globalmente y planteen estrategias realistas con los medios humanos, técnicos y financieros disponibles. De hecho, la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre ecología y medioambiente recoge la contaminación de los ríos como la principal preocupación de los españoles.

XDESDE ELx ministerio, a través del Programa AGUA, que propone una nueva política hídrica basada en la gestión eficaz y sostenible de los recursos, hemos puesto en marcha el Plan Nacional de Restauración de Ríos, un novedoso proyecto que quiere recuperar para nuestras masas fluviales los valores económicos, ecológicos y culturales que les son propios.

Se trata de devolver a nuestros ríos, lagos, humedales, ramblas y arroyos lo que era suyo, su espacio, su vegetación, su agua-, de manera que por sí mismos sean capaces de recobrar sus ecosistemas asociados. En la cuenca del Guadiana la recuperación de las riberas y de sus bosques permitirá, entre otras cosas, volver a disfrutar de los valores culturales y ecológicos ligados al río.

El Plan de Restauración, siguiendo como filosofía de trabajo el debate y el consenso, ha contado con la colaboración de un nutrido grupo de representantes de la Administración, científicos, ecologistas, agrupaciones de usuarios y entidades sociales. Este grupo ha mantenido numerosas reuniones en las que han puesto en común sus experiencias e ideas para transmitirnos, finalmente, sus conclusiones y desarrollar el plan de la manera más acertada.

Además, hemos impulsado el voluntariado en restauración de ríos para facilitar a la ciudadanía esa participación activa en la recuperación del medio que reclama. Es más, la promoción de acciones de voluntariado en el entorno es un instrumento clave para preservar y mejorar nuestros ríos y una estupenda estrategia de educación ambiental.

De este modo, el voluntariado ambiental constituye una de las formas más completas de participación social en defensa del medio, fomenta el sentimiento de responsabilidad compartida sobre el entorno natural y genera conciencia sobre la capacidad de intervención en los problemas ambientales.

Continuando con la línea de participación y transparencia del Gobierno, y con la ilusión de que sea éste un proyecto construido por y para todos, hemos convocado una mesa informativa para escuchar la opinión de la sociedad, máxima conocedora de su medio y principal usufructuaria. Por este motivo, Ciudad Real, acogerá el próximo 23 de mayo una Mesa de Información del Plan Nacional de Restauración de Ríos.

Esta cita es el primer paso en la recuperación de nuestros ríos y sus ecosistemas fluviales y una magnífica oportunidad para comenzar a consolidar una nueva forma de trabajar, más allá de intereses particulares, sumando voluntades y basándose en el respeto y en la búsqueda de acuerdos globales.