Resulta que la Junta de Extremadura le ha ofrecido un coche eléctrico a Greta Thunberg para que se desplace desde Lisboa a Madrid, donde se celebrará la Cumbre del Clima durante el próximo mes de diciembre. Lo leía el otro día, y no daba crédito. Porque, si el ofrecimiento viniera de una Administración que gobernase una autonomía que nadase en la abundancia, que no tuviese grandes carencias, podría hasta entenderlo, por aquello del impacto mediático de la noticia. Pero que la Junta de Extremadura, con la situación en la que se encuentra nuestra tierra, se ‘tire el pegote’ de ofrecerle un coche eléctrico a la joven ecologista, como si aquí los coches eléctricos sobrasen, indigna y da un poquito de vergüenza ajena.

Que igual es cosa mía, pero es que me imagino la escena y no puedo dejar de visualizar a un humilde labrador ofreciéndole lo mejor de su casa al señorito ricachón, mientras que a su familia le duelen los huesos, por el frío, y las tripas, por el hambre.

Y ya, ya sé que el que llevará el coche para hacerse la foto, si la niña Greta no da la callada por respuesta, será Fernández Vara. Y que este de pobre no tiene nada. Y que su familia, afortunadamente, no pasa hambre ni sufre los rigores del frío. Pero entiéndanme la metáfora, que aquí, en la región extremeña, andamos ‘aguantando mecha’ algo así como un millón de almas con los sueldos más escasos del país, impuestos gravosos, una deuda inabarcable, niveles de paro atroces, listas de espera sanitarias interminables, un transporte sanitario que da pena, un transporte ferroviario que abochorna, un transporte aéreo escaso y caro, y un transporte en autobús que se ha visto reducido a su mínima expresión por la pésima gestión del gobierno del PSOE.

Eso sí, no duden de que los mandatarios socialistas desviarán las críticas argumentando que el gasto derivado del uso del coche sería exiguo. Pero no se dejen engañar. Porque no es ese el problema, sino que Extremadura sufre la despoblación, el paro, y unos servicios e infraestructuras deficientes mientras que los gobernantes viven en ‘los mundos de Yupi’. H*Diplomado en Magisterio.