Profesor

Los Reyes Magos de ahora no son como los de antes. Los de antes te daban pocas satisfacciones. Acaso un coche pulga. Los de ahora satisfacen en exceso las demandas de casi toda la gente. Como Luis Regidor que parece tener aparatos para poner una tienda. Y no le han traído una ´termomil´ porque es un gran cocinero. Digo de casi toda la gente porque las de algunos seguirán insatisfechas. Por ejemplo las de Pepe Higuero y las mías. Las de Pepe es que son exageradas. Mira que pedir la estación del AVE en el emplazamiento actual de la estación de RENFE. Pero hombre, Pepe, ¿y cómo se revalorizan ciertos terrenos?. ¿Cómo encontrar una disculpa para hacer urbanos terrenos que están en el quinto pino?. Confórmate con una estación de Famóbil que colocarás en el lugar que te apetezca. A mí los Reyes me han causado un trauma que me temo no podré superar en mucho tiempo. ¡No me han traído el frasco de colonia!. Treinta años con la sorpresa del frasquito y de repente me obsequian con un teléfono móvil. Será el signo de los tiempos pero es una faena. Ya me había resignado a no tener corbatas, que eso queda para el cumpleaños y los guantes son cosa de papá Noel, que suele ser muy práctico. ¿Tendré que esperar a San Antonio para poder perfumarme de gorra?. Porque, la verdad, ya no se dónde se compra la colonia ni cuánto cuesta. Además es un perjuicio para toda la familia, que acostumbraba a desprender fragancias a costa de mis colonias. A ver cómo se las apañan ahora. Y creo que lo del móvil va con segundas pues tienen el propósito de tenerme controlado y localizable para hacerme encargos a cualquier hora del día. Menos mal que tiene una tecla para bloquear las llamadas no deseadas.